Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Dubai-LaTribunaMadridista
Los dos equipos más laureados en la Copa de Europa han despedido el año 2014 con un espectacular amistoso disputado en Dubai bajo el patrocinio de Emirates, espónsor compartido tanto por Real Madrid como por Milan, y que ha concluido con merecido triunfo italiano en un partido donde los rojinegros han ido de menos a más, penalizando los errores de la retaguardia de su rival hasta humillarles con una dura goleada que afea el exitoso año merengue.
La escarapela como campeón del Mundo no era la única novedad con la que saltó el equipo de Carlo Ancelotti al césped. Jesé, Chicharito, Nacho y Keylor Navas tuvieron sus minutos en un duelo que arrancó con dominio de los madridistas, quienes acosaron levemente a su ex compañero Diego López, ahora en la meta ‘rossonera’, para padecer después en exceso durante el resto de encuentro.
El conjunto lombardo supo jugar sus opciones. Después de aguantar los 25 minutos pegó el latigazo al aprovechar un error de Nacho en su propósito de ceder el balón a Navas. Un pase que se transformó en una asistencia para Ménez, que el francés supo agradecer con un quiebro elegante con el que dejar al costarricense en el piso. El tanto dejó tan noqueado al conjunto español que la pasividad de la defensa extendió una alfombra donde Montolivo localizó a El Shaarawy, quien batió con un chut en el palo corto, en el segundo de la tarde-noche.
El ritmo alto del partido y la competitividad del Real Madrid se tradujo en una contra letal donde dos de los jugadores que mejor se mueven a la carrera en el mundo, como son Jesé y Cristiano Ronaldo, resolviendo un ataque vertiginoso con un disparo del luso a contrapié. Un gol que hacía que el Madrid no se descolgara pronto del duelo, casi al borde del descanso. Un espejismo en el desierto.
El segundo tiempo arrancó con Casillas en la portería y el mismo guión, con el Milan castigando cruelmente los errores de la zaga madridista, con inoportunos resbalones que precipitaban las situaciones adversas. El Shaarawy mantuvo el olfato en otra acción acertada del italo-egipcio, engañando al cancerbero internacional con un disparo certero. Era el tercero.
Todavía quedaban más fallos que mostrar al público de los Emiratos Árabes. Poco después, era Niang desde el costado el que sirvió un gran esférico al segundo palo donde Pazzini se relamía solo en el área. Elevando el cuarto al casillero visitante en una goleada que quedó finalmente maquillada con el penalti anotado por Benzema. El único regalo concedido por los italianos en una cita en la que el premio se lo llevó Inzaghi y el castigo, o carbón, se lo trae Ancelotti.