Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Con Modric no hubo milagro y se confirmó el pronóstico inicial de la primera exploración que se le hizo al llegar al vestuario del Bernabéu nada más lesionarse. «Tras las pruebas realizadas a Luka Modric en el Hospital Sanitas La Moraleja por los Servicios Médicos del Real Madrid, se le ha diagnosticado un esguince de ligamento colateral medial de la rodilla derecha. Pendiente de evolución», rezaba el comunicado del club.
En el parte médico no se habla de un periodo de baja, entre otras cosas porque según fuentes consultadas por este periódico, el diagnóstico de la lesión deja un margen para acortar los plazos. En principio, para un esguince de rodilla se habla de un tiempo estándar de recuperación de unas seis semanas. Sin embargo, en el caso de Modric parece que el esguince ha sido limpio y que no hay nada más afectado que pueda complicar la recuperación.
Al parecer, la lesión reviste menos envergadura de lo que en un principio se pensaba y hay opciones de que Modric esté a disposición de Ancelotti antes de esas seis semanas. Incluso, desde el club blanco ayer no se descartaba la posibilidad de poder recortar a la mitad el plazo inicialmente previsto y dejarlo en tres o cuatro semanas.
El reto de los 21 días
El objetivo ahora se centra en minimizar lo más posible el periodo de cicatrización del ligamento dañado, que podría estar en torno a las dos semanas. Algo que se forzará en caso de que el Madrid dispute las semifinales de la Champions, ya que Luka estaría en plazo de poder jugar el partido de vuelta. De caer eliminados, es posible que se lo tomasen con más calma.
Ahora el trabajo con el croata se centrará en favorecer y acelerar en la medida de lo posible la cicatrización mediante la inmovilización funcional, las técnicas fisioterapéuticas e, incluso, biológicas.