Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
David de Gea (24 años) tiene que tomar una decisión crucial. En realidad, varias. La primera, cuándo firmar un contrato nuevo sea donde sea. ¿Ahora o al final del próximo verano, cuando acaba su relación contractual con el Manchester United? Esa pregunta ya la ha contestado: quiere solucionar su futuro este verano. Entrar en el último año de contrato en la misma situación que está ahora crearía una tensión innecesaria y perjudicial para todos. Con la habitual mentalidad extrema de blancos y negros de la afición, se le podría acusar de pesetero o de tener acuerdos firmados con otros clubes. No quiere pasar por ahí.
El segundo interrogante es obvio. ¿Quedarse en el United, que le ofrece cinco veces más de su sueldo fijo, o irse al Madrid aunque acabe cobrando menos? El club blanco lo tiene claro. Cuando ha recibido llamadas de los agentes de algunos de los mejores porteros del mundo, la respuesta ha sido la misma: “Queremos a De Gea”.
Precio. No desearía pagar más de 30 millones, pero igual debe hacerlo para conseguir su firma. En todo caso, el propio De Gea no tiene un acuerdo apalabrado con el Madrid y ni su agente, Jorge Mendes, ni el United, ni tampoco el Madrid saben qué decisión va a tomar. Lo único que todos saben es que el conjunto español va a ir a por todas para convencerle.
El tercer asunto es Casillas. En el pasado, su continuidad en el Madrid podría haber sido una dificultad añadida, pero De Gea no hipoteca su futuro al del legendario guardameta. Le tiene un tremendo respeto, pero iría al Madrid aunque Casillas se quede. Acepta el reto. Una lucha así sólo puede hacerle mejor y en realidad, conocida su calma en los momentos de presión, no es algo que le preocupe. Pero De Gea está muy agradecido al Manchester por haber apostado por él y haberle apoyado en sus primeros meses, cuando arreciaron las críticas mientras se adaptaba a un nuevo club y una liga distinta.
Siempre hay cosas que mejorar y De Gea echa de menos el trabajo con otros entrenadores de porteros, con una metodología más moderna. Además, su familia y su novia pasan largas temporadas en Madrid y para el guardameta el regreso a casa ha sido siempre una posibilidad atractiva. Su pasado rojiblanco no sería nunca un obstáculo.
Van Gaal, mientras, no está ayudando. En lugar de insistir en la importancia del jugador, habla de los esfuerzos del United por buscar un sustituto. Se habla de Cech y de Begovic, del Stoke. Así que, ¿prefiere quedarse en un club en el que está en camino de convertirse en una leyenda? ¿O volver a casa y ganar títulos con uno de los grandes clubes del mundo, donde podría ser titular durante una década? De momento, están todos a la espera de una decisión que debería producirse pronto.