Redacción: Rubén López / LaTribunaMadridista.com
Imagen: MARCA
El Real Madrid ha ganado 3-1 al Sevilla en un partido que se le complicó al equipo blanco en la segunda mitad con el tanto de Lamela en el minuto 53 para poner el empate a uno. No obstante, el equipo de Ancelotti se repuso y con los cambios mejoró su rendimiento para sumar otra victoria y continuar con la racha de imbatibilidad. Los autores de los tantos madridistas fueron Modric, Lucas Vázquez y Valverde.
El técnico madridista, Carlo Ancelotti, apostó por su once de gala para superar al Sevilla. Mendy era el dueño del lateral izquierdo, Carvajal del flanco diestro y Militao junto a Alaba formaban como pareja de centrales. Lo más destacado era la titularidad de Rodrygo como nueve para suplir al lesionado Benzema. La alineación madridista era la compuesta por: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Mendy; Tchouameni, Modric, Kroos; Valverde, Rodrygo y Vinicius.
El entrenador del Sevilla, Jorge Sampaoli, introdujo varias novedades en el once doblando lateral por banda derecha con Montiel y Jesús Navas. Además, puso en liza una alineación sin nueve, donde Isco actuó como hombre más adelantado. El once hispalense fue el formado por: Bono; Telles, Marcao, Gudelj, Montiel; Óliver Torres, Rakitic, Jordán; Lamela, Isco y Navas.
El partido comenzó con un gol tempranero del Real Madrid en el minuto cuatro. Montiel, ante la presión de Vinicius, perdió el esférico en campo propio propiciando la carrera del carioca que con toda la calidad del mundo se frenó dentro del área y puso un balón al segundo palo para la llegada de Modric que no perdonó a puerta vacía.
El tanto del croata facilitó mucho las cosas al equipo de Ancelotti que jugó con mucha tranquilidad. El Real Madrid manejó el partido a su antojo mediante diferentes registros, ya sea a partir de la posesión o replegándose cuando el balón lo tenía el Sevilla y saliendo al ataque con transiciones rápidas.
El equipo de Sampaoli no era capaz de generar peligro en la zaga madridista que vivió muy cómoda durante los primeros 45 minutos. En el minuto 18, Alaba tuvo una buena ocasión para ampliar la renta con un disparo de libre directo desde la frontal que se marchó rozando la escuadra de la portería defendida por Bono.
A pesar del dominio exultante del equipo madridista en la primera parte no gozó de un caudal de ocasiones, pero las que tuvieron fueron muy claras. En el minuto 43, tras una buena jugada combinativa al primer toque por dentro en espacios reducidos, Fede Valverde habilitó con una buena asistencia a Vinicius, pero en su intento de regate a Bono el balón se le fue muy desviado. Con el resultado de 1-0 se llegó al final de la primera mitad.
Los segundos 45 minutos comenzaron de la peor manera para el Real Madrid. El Sevilla mejoró sus prestaciones y en el minuto 53 encontró el empate. Montiel recuperó el balón tras ganarle la partida a Vini para poner un balón perfecto al desmarque de Lamela, donde el “Coco” superó a Courtois con una buena definición.
El equipo de Sampaoli estaba gozando de su mejor momento en el choque. Además, unos minutos después Isco tuvo una buena ocasión con una volea que se marchó al lateral de la red. El Real Madrid estaba sufriendo ante un Sevilla que se le estaba subiendo a las barbas.
En el minuto 59 Tchouameni perdió el esférico en salida de balón, donde Montiel estuvo excelso adelantándose a su marca para asistir a Lamela, pero el disparo de este último se fue desviado de la meta defendida por Courtois.
El Real Madrid estaba totalmente desconcertado y Ancelotti, consciente de ello, efectuó varias sustituciones. Camavinga, Rüdiger, Lucas y Asensio saltaron al verde por Tchouameni, Mendy, Carvajal y Modric.
Los cambios tuvieron efecto inmediato ya que dos minutos más tarde llegó el 2-1. En el minuto 78, el Sevilla cometió un error en una zona peligrosa, donde el Real Madrid aprovechó los espacios que dejó el equipo hispalense para montar un contraataque fulgurante iniciado por Asensio con un pase diferencial a la carrera de Vini que vio la llegada de Lucas Vázquez por el lado contrario para servirle el balón en bandeja de plata y poner a su equipo nuevamente en ventaja.
El Real Madrid, tras el 2-1, no especuló y fue a por el 3-1 que lo encontró de manera inmediata. Dos minutos más tarde, Fede Valverde exhibió su cañón en la pierna derecha al anotar un disparo desde fuera del área que se coló por toda la escuadra. Un obús del halcón blanco que se está convirtiendo en algo habitual. Con el resultado de 3-1 se llegó al término del choque.