Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
«Pitar a Cristiano no es comprensible», dijo Ancelotti al término del partido frente al Rayo. Por increíble que parezca, el máximo goleador del Madrid en Liga (28), Champions (13) y Copa (3, empatado con Jesé y Di María) escuchó pitos el pasado sábado en el Santiago Bernabéu.
CR7 no se libró del nerviosismo que reinaba en la grada del coliseo blanco tras las dos derrotas consecutivas ante Barcelona y Sevilla que les alejan del título de Liga tras rozarlo con las manos. La afición pasó factura a Ancelotti, Diego López, Benzema, Bale y también a Cristiano. Lo hizo después de una acción en la que el portugués se enredó en una jugada en la que lo más fácil era pasar a Morata. La grada se lo reprochó y le silbó. Una decisión que pilló por sorpresa a Cristiano por lo inesperado.
No es la primera vez que le ocurre, pero sí pensaba que eso ya era agua pasada. Desde hacer un par de años Cristiano es el indiscutible ídolo de la afición y vivía un idilio permanente con el Bernabéu, que recientemente le apoyó de manera incondicional en la pelea por el Balón de Oro.
Molesto
El caso es que los pitos le han dolido y mucho al jugador. Por inesperados e inmerecidos. En el vestuario el jugador ya dio muestras evidentes de su malestar. No pasó desapercibido para muchos de los que le acompañaban en ese momento. No le encontraba explicación a lo ocurrido y estaba enfadado.
En el club comparten el malestar del jugador. Entienden que la afición estuviese molesta por los últimos resultados y que en determinados momentos hubiese reproches, pero creen que Cristiano es punto y aparte. Castigar al portugués es tirarse piedras sobre su propio tejado teniendo en cuenta que no solo vuelve a ser el máximo goleador del equipo por quinta temporada consecutiva, sino que lleva ocho partidos seguidos marcando.
Ahora lo único que se quiere en el club es que todo esto quede como una anécdota sin importancia y que quede claro que la afición madridista idolatra al 7 blanco por encima de todas las cosas. Se avecina el choque ante el Dortmund y no es momento de que Cristiano se despiste con situaciones que no deben tener más recorrido que la de un hecho puntual. En el Madrid creen que el miércoles todo volverá a la normalidad y que el apoyo al equipo será total.