Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Ayer se cumplían cinco años del fichaje de Cristiano Ronaldo por el Madrid, pero el capitán de Portugal no pudo celebrar fecha tan señalada con el pase a octavos. El empate del pasado domingo ante Estados Unidos, en Manaos, había dejado la clasificación de Portugal de una carambola que no se produjo.
Cristiano regresa a casa, pero ese hecho tiene una parte buena para el crack y celebrada por los madridistas que temían por el estado físico de su estrella. El Madrid respira tranquilo. Y es que ahora, el delantero tendrá casi un mes para descansar y recuperarse de la tendinitis que arrastra en la rodilla izquierda y que le ha llevado a disputar el torneo mermado físicamente.
No obstante, Cristiano, que se estrenó como goleador, dejó patente ayer que su deseo era seguir en el Mundial. De hecho, con Eder prácticamente inoperante, el delantero madridista abandonó la banda para actuar como delantero centro y fue el único argumento ofensivo de Portugal. Cuajó su mejor actuación en el Mundial y dispuso de varias ocasiones para marcar.
La más clara, en el minuto 6, cuando un centro chut lo estrelló en el larguero. Esa fue su carta de presentación en el encuentro y llegaría 13 minutos antes que su segundo aviso. En esta ocasión, con un gran remate que despejó con muchas dificultades el meta Dauda.
En el minuto 20, Gyan le ganó la partida a Pepe en un balón largo y Beto salvó con el pie el 0-1. Sin embargo, sería Portugal el que sacase fruto de sus ataques. Una buena acción técnica de Moutinho, con apertura a la banda para Veloso, acabó con un centro de éste. El mal despeje del central Boye (que minutos más tarde repetiría una acción similar) hacia su portería adelantó a Portugal. Con esa mínima ventaja se llegó al intermedio.
El descanso dio alas al equipo ghanés, que salió volcado sobre la meta de Beto. Y en el minuto 57, Gyan aprovechó un centro medido desde la izquierda para empatar y hacer historia al lograr su sexto gol en mundiales y superar a Milla como el máximo goleador africano de la historia del torneo.
Ese tanto acabó de apagar las pocas ilusiones de clasificarse que tenían los Paulo Bento. A partir de ese instante, aparecieron la lucha y el orgullo portugués. Así llegó el tanto de Cristiano, que no celebró, y otra ocasión suya. Al final, los equipos quedaron apeados.