Peor imposible, lamentable, incomprensible, esas son las palabras que circulaban esta mañana en las oficinas del Santiago Bernabeu cuando se ha conocido el árbitro que dirigirá el Real Madrid-Galatasaray, el próximo miércoles en el estadio Santiago Bernabeu.
Será el noruego Svein Oddvar Moen, el mismo colegiado que en la temporada 2010/11 pitó el encuentro entre el Dínamo de Zagred y el Real Madrid y que finalizó con (0-1) para los blancos, ese día de rojo y de estreno en la Champions, y que permitió que el «carnicero defensa croata, Leko», le abriera una herida en el tobillo izquierdo a Ronaldo permitiéndole toda clase de patadas y entradas más allá del límite del reglamento algo que enfadó y mucho a CR7 durante todo el partido y especialmente al final del mismo.
«El árbitro ha estado muy mal. Ha sido una vergüenza. Ojalá no haya más arbitrajes como el de hoy» comentó el luso ante la televisión mientras miraba a su tobillo ensangrentado.
Una vez más, la Ueffa ha hecho caso omiso a estas denuncias y quejas del portugués y curiosamente ha colocado a Oddvar Moen en el Real Madrid-Galatasaray y al alemán Stark, en el PSG-Barcelona. Sin duda, el » Platinato» hará todo lo posible para que el Real Madrid de José Mourinho no gane la décima.