Redacción: Rocío García
En aquel verano de 2009, no todos confiaban en esta gestión multimillonaria que hacía Florentino.
Cristiano Ronaldo recalaba en el Real Madrid, y ya, en su presentación, se pudo dejar ver lo grandioso que acabaría siendo para el equipo de Chamartín.
Desde ese seis de Julio, ha llovido bastante en el el palmarés de CR, pero no hace falta que hablemos de títulos. Podemos fijarnos en cualquier partido, como el de hoy, donde ha vuelto a liderar a los suyos, mostrando un insaciable hambre voraz que nos lleva a seguir soñando.
Dos goles y otros dos que le han anulado. Intensidad, entrega y muchas ganas de poder ayudar a sus compañeros, después de haber estado fuera por la injusta sanción en liga.
Podríamos decir que, por la suma de estas noches memorables, CR se convirtió, hace bastante tiempo, en el fichaje más rentable del equipo blanco en sus más de cien años de historia.
Olvidados quedan aquellos pitos que el Coliseo Blanco le dedicaba al portugués, porque hoy día, ningún madridista duda que Cristiano es, con permiso de Don Alfredo, el mejor jugador del Real Madrid de todos los tiempos.