Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Pocas conclusiones se pueden sacar del amistoso ante la Fiorentina. La mejor, que Cristiano Ronaldo está en un estado de forma espectacular. El portugués ha empezado la temporada en racha y en Varsovia no hizo más que confirmar las buenas sensaciones que dejó en la final de Cardiff.
El luso lleva tres goles en los dos últimos partidos. Hizo doblete ante el Sevilla en la Supercopa de Europa y ayer también dejó su sello en el flamante estadio Narodowy. Jugó un tiempo y marcó un gol, el único del Real Madrid. Porque esa es otra.
Ancelotti puede presumir de un ataque demoledor, pero en los dos últimos partidos todos los goles los firma Cristiano Ronaldo.
El de ayer llegó tras un espectacular contragolpe nada más comenzar el partido. CR7 se lo guisó y se lo comió. Él inició la jugada y él la finalizó. Eso sí, encontró un aliado en Di María. Enganchó un balón en campo del Madrid, abrió para el argentino y juntos se marcaron 50 metros casi en paralelo. Di María llegó al área, vio a Cristiano en el segundo palo, se la puso de lujo y el ‘7’ blanco no perdonó. Golazo.
La grada enloqueció con la espectacular acción. Cristiano lo celebró a lo grande, con rabia. Quizá lo de menos para él sea el gol. Lo importante es que se encuentra en un gran momento de forma, que la rodilla no da guerra y que las sensaciones que está teniendo son inmejorables.
En forma
Para Cristiano no hay amistosos, y menos cuando se encuentra tan bien. CR7 regresó a los entrenamientos con el Real Madrid con la duda de cómo iba a responder la rodilla que tanta lata le dio en la recta final de temporada. Incluso, se llegó a hablar de que tendría que parar más tiempo, que con las vacaciones de verano no sería suficiente.
Pero desde que se reincorporó a los entrenamientos con el equipo todo ha ido sobre ruedas y la lesión ha pasado a mejor vida. Cristiano se ha quitado un peso de encima y las buenas sensaciones que está teniendo son la clave de su gran momento. «Sin dolor todo es más fácil», dijo un CR7 que está imparable.
El portugués se presenta al segundo título de la temporada como un tiro. Tras la Supercopa de Europa, espera al Atlético para pelear por la Supercopa de España.
Antes de que llegase CR7 de las vacaciones tras el Mundial, Bale estaba tirando del carro blanco en la pretemporada. Pero el galés ya se ha visto eclipsado por un Cristiano que ha necesitado poco más de dos semanas de preparación para demostrar que sigue siendo el jefe de los galácticos.
Cualquier duda de si Cristiano estaría en los primeros títulos de la temporada ya ha desaparecido. No solo los va a disputar, sino que lo va a hacer a un grandísimo nivel. Próxima parada de CR7: el derbi del Bernabéu.