Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Cristiano Ronaldo no sólo es el Pichichi del Real Madrid, algo que no llama la atención porque lo lleva siendo temporada tras temporada desde que llegó al conjunto blanco, también es especialista en encarrilar los partidos. Es el mejor desatascador que tiene Ancelotti. Tras anotar el 1-0 el pasado sábado ante el Granada, ya son diez partidos en los que el portugués ha marcado el primer gol del Real Madrid en lo que va de temporada.
El Madrid se ha aferrado a CR7 para poner tierra de por medio en los partidos. En Liga, Cristiano ha estrenado el casillero blanco en seis ocasiones -Elche, Rayo, Real Sociedad, Almería, Betis y Granada-, tres en Champions -los dos de la Juventus y contra el Copenhague en casa- y uno en Copa -Osasuna-. Un buen puñado de partidos en el que fue el abrelatas.
En este peculiar apartado, Cristiano está por delante de otros jugadores blancos que también han conseguido abrir el marcador. Es el caso de Benzema, en cinco ocasiones, Bale, en cuatro, e Isco, en tres.
Esta condición de abrelatas le da un valor doble a los goles de Cristiano. No sólo marca, sino que lo hace en momentos importantes que suponen un punto de inflexión en el partido. Es un valor añadido más a los 32 tantos que suma ya el portugués entre todas las competiciones en lo que va de temporada, 22 en Liga, nueve en Champions y uno en Copa.
Los goles de Cristiano tienen un gran efecto en el equipo, que en lo que va de temporada no ha perdido cuando ha marcado el luso. Ha marcado ya en 21 partidos en esta temporada entre todas las competiciones y el balance es demoledor: veinte victorias y un empate. Sólo el Villarreal consiguió en El Madrigal que el Madrid no ganase tras marcar Cristiano. En el resto de partidos, sus tantos se cuentan por victoria de los hombres de Carlo.
Todo rodado
A Cristiano le está saliendo todo rodado en el presente curso. Renovó con el Madrid hasta 2018, está en sus impresionantes números habituales de otros años, clasificó a su selección para el Mundial con un histórico hat-trick ante la Suecia de Ibrahimovic y conquistó el Balón de Oro.
El nuevo año no ha cambiado nada su dinámica y se demostró ante el Granada, donde volvió a aparecer para ser decisivo con un gol que puso por delante al Madrid cuando la cosa pintaba fea. Y es que Cristiano nunca falla.
