Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El premio de la final le tocó a Sami Khedira. El pivote blanco será el encargado de ponerle las esposas a Leo Messi. Así lo han decidido Joachim Löw y su staff. El seleccionador sabe perfectamente que Khedira conoce al astro argentino de sobra y que ya consiguió asfixiar sus internadas por el centro en más de una ocasión en España. En total fueron ocho Clásicos en los que el madridista se enfrentó al Barca de Messi, con tres victorias para Khedira, tres empates y dos triunfos para La Pulga.
Eso sí, el entorno de Löw duda que Khedira logre frenar a Messi el partido entero. “El problema principal no es que no se le pueda parar por completo”, dijo Urs Siegenthaler, mano derecha del míster teutón. “El problema es que no le puedes quitar la mirada durante 90 o 120 minutos. Messi también te la puede líar en el minuto 93 con un regate o una falta. Es lo mejor que se ha visto en la historia del fútbol”.
Además de parar a Messi, Löw intentará borrar el 7-1 histórico de las cabezas de sus jugadores. “La final será durísima“, dijo. “Que nadie piense que puede volver a ser tan fácil como contra Brasil. Argentina es fuerte en defensa. Y en la delantera presumen de jugadores grandísimos como Higuaín y Messi”.