La jugada que Fabio Coentrao hizo fue una de las más rocambolescas de la temporada. A pocos minutos de terminar el partido Joel Cambell controló el balón a orillas del área madridista tras palmearlo claramente. Coentrao y Modric se encontraban muy cerca de la acción, por lo que el lateral alzó la mano para pedirle al árbitro que marcara infracción, sin embargo, este dejó seguir la jugada. Con tan mala suerte que el jugador ‘tico’ intentó un pase de espuela que acabó impactando en los brazos levantados del portugués. Así se produjo un claro penalti.
Si el árbitro hubiera pitado la falta previa no se habría llegado al penalti. El error del portugués fue levantar tanto sus brazos y protestar, pero a su vez fue víctima de un fallo del colegiado. Algo que, a pesar de todo, no impidió que el delantero del Spoting se hiciera una autocrítica al acabar el partido y reconoció que era un penalti por un fallo suyo de «concentración».
Coentrao, por su parte, reconoce haber tenido un comportamiento inoportuno, infantil e impropio de un jugador profesional tras el partido en el José Alvalade. Pero la verdad es que también tiene cierto derecho a justificarse, ya que cometió otro error al no anular previamente la jugada por una clara mano de Joel Cambell.