Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Como Rafa Nadal en Roland Garros, el historial de Casillas contra el Atlético es casi inmaculado. Y ese ‘casi’, en el caso del portero blanco, no es culpa suya. El capitán madridista no ha perdido nunca contra el vecino como titular. La única vez que lo hizo fue en la temporada 1999-2000, en su primer derbi, cuando entró tras la expulsión de Bizarri, ya con el 1-3 final en el marcador.
Desde entonces lleva 22 derbis madrileños con un balance de 16 victorias y seis empates. Casi nada. Casi 15 años sin perder contra el gran rival de la capital. Un seguro de vida para la afición propia y un lamento continuo para la ajena, el talismán Iker.
Ancelotti ya asegurado que el capitán blanco será titular en la Supercopa de España. El motivo, esta competición la juega el Madrid gracias a la victoria en la Copa del Rey, torneo en el que el 1 blanco fue portero titular, encajando un único tanto en todas las rondas. Y fue en la final contra el Barça.
Su cantada en Lisboa le pudo dejar huella eterna, pero por esa suerte inexplicable (intervención divina, el azar del universo o simple y castizamente ‘culo’) que rodea a Iker Casillas, el Real Madrid salió de Da Luz con la Décima en la mochila y el capitán con la foto más deseada por el madridismo en lo que va de siglo.
Iker asistió como suplente a las dos únicas derrotas del Real Madrid ante el Atlético en lo que va de siglo, la de la final de Copa de 2013 en el Bernabéu, de recuerdo hiriente para la afición madridista, y la del encuentro de la primera vuelta de la pasada Liga, también en el coliseo blanco. En ambas ocasiones fue Diego López el encargado de cerrar la portería blanca, dejando el récord de Iker y su leyenda de talismán intactas.
La misión de Iker
Meses después de aquella final de Lisboa ya casi no retumban los ecos de aquella mala salida que le costó al Madrid el gol de Godín. El gol de Ramos disimuló aquello y permitió a Casillas respirar. Ahora, pasados unos meses de aquello, quiere redimirse ante el mismo rival, con una actuación que le valga al equipo un título y a él varios puntos frente a Keylor de cara a la titularidad durante el curso.
Sus anteriores enfrentamientos ante el Atlético no datan de hace mucho más tiempo, ya que ambos equipos se cruzaron en las semifinales de la Copa del Rey del año pasado, que terminaron con un parcial de 5-0 a favor de los blancos, que consiguieron el penúltimo paso para el título copero que llegaría más tarde en Mestalla.
Su buena intervención en la final de Cardiff recordó al buen Iker, ese que nunca ha perdido contra el Atlético, el que quiere volver a ser.