Redacción: Latribunamadridista.com.
El capitán de la roja y del Real Madrid, Iker Casillas, concedió una entrevista al diario «El Confidencial» analizando su situación en el Real Madrid tras la marcha de Mourinho, en lo que ha sido un año difícil, suplente por sus problemas personales con el luso aunque un fijo en la roja donde disputará su cuarta final de un gran torneo en los últimos cinco años además, de contar de nuevo con la confianza de su nuevo técnico en el Real Madrid, Carlo Ancelotti.
Preguntado sobre cómo valora la última temporada, Iker admite que «ha sido el peor año de mi vida. Se ha llegado a dudar hasta de mi madridismo cuando he llegado a llora por las derrotas, siendo niño. Llevo toda la vida en el club y me siento madridista al ciento por ciento. Eso ha sido lo peor, pero de todo se aprende y he asimilado nuevas situaciones con mi suplencia, se ve todo desde otro punto de vista».
De hecho, asegura que «en algún momento me llegué a plantear la salida del club, pues no quería serle un problema. No quiero perjudicarle, el club está por encima de todo. Pero mis ganas de estar aquí han podido con todo, es mi casa y el mejor equipo del mundo. Por eso me he callado en algunos momentos». Aunque Casillas quiere dejar claro que «nadie ha cuestionado que Diego López mereciera seguir jugando. Lo estaba haciendo muy bien, su fichaje fue un acierto para el club».
De todas formas, el portero indica que «no busco hablar del pasado. Lo sucedido está ahí y no lo voy a cambiar. Mi objetivo es mirar hacia adelante. Los primeros días estaba nervioso como cuando empezaba y era porque llegaba una situación nueva para mí. En la selección he encontrado el apoyo y la ayuda que me faltó en los últimos meses, aunque en el club Florentino y José Ángel Sánchez también hablaron mucho conmigo». Por eso prefiere hablar de Ancelotti, del que afirma que «es una garantía. Es un acierto y espero que logremos muchos más títulos con él. Todo el mundo me habla bien de él y de su forma de trabajar».
Sobre la selección comenta que «Del Bosque ha estado próximo a mí y me ha apoyado, como habría hecho con cualquier otro jugador. En el equipo hubo momentos muy duros, pero se reaccionó y nos dímos cuenta que lo que estábamos haciendo no iba a ninguna parte. Sentí vergüenza de cosas que llegábamos a hacer. La ruptura estuvo cerca, pero reaccionamos a tiempo. La normalidad volvió por suerte». Y también ha querido aclarar que «no es cierto que haya pensado en dejar la selección después del Mundial de Brasil. En un año pueden pasar muchas cosas, pero ahora mismo no tengo esta idea en la cabeza».
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