Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Estadio Santiago Bernabéu-LaTribunaMadridista
El Espanyol visitó a un Real Madrid que volvía a jugar en el Bernabéu un mes después, donde una vez más no defraudó a su afición. Los de Ancelotti se llevaron el partido por goleada con un 3-0 final en el marcador, en un choque que tuvo al Real Madrid como claro dominador desde los primeros minutos y a un Espanyol que no supo muy bien cómo meterle mano al conjunto merengue en ningún tramo del partido.
El choque comenzó con un Espanyol volcado arriba que rápidamente gozó de dos ocasiones, Caicedo y Sergio García, para adelantarse en los dos primeros minutos de encuentro. Pocos minutos más tarde, el conjunto merengue ya dominaba con su juego y fue Benzemá el que estuvo a punto de marcar el primero, pero su balón acabó estrellándose en el palo izquierdo de la portería espanyolista. El 1-0 llegó con un balón largo de Bale que Cristiano tocó de primeras hacia atrás dejando en bandeja el disparo para James, que batió por bajo a Casilla en el minuto 11. Jugadón al primer toque del Madrid que se adelantaba pronto en el Bernabéu. Los de Sergio González no dieron muestras de peligro en el área madridista mientras los blancos llevaron el ritmo del partido.
Rozando la media hora de juego, un lanzamiento de falta magistral de Bale puso el 2-0 para el Real Madrid. El galés chutó con potencia, el balón superó la barrera y perforó la portería perica golpeando previamente el palo. Los de Ancelotti siguieron encontrándose cómodos en el campo con llegadas aisladas que desbarataba la defensa catalana, a la vez que el Espanyol no sabía cómo crear peligro en el área defendida por el Real Madrid, que se fue al descanso controlando por completo el partido y con una cómoda ventaja en el marcador.
Nada más comenzar la segunda parte, Fabio Coentrao fue expulsado por una fea entrada a Cañas con los pies en plancha que el colegiado no dudó en amonestar seriamente, lo que provocó la marcha de James y la entrada de Nacho al lateral. Pese a jugar con uno menos, el Real Madrid buscaba constantemente rematar el partido a la contra, pero todas las jugadas acababan en el limbo. No se veía al Cristiano de semanas atrás, estaba más lento, menos efectivo. Lo más destacable del Espanyol, un disparo de Lucas que atrapó Casillas en dos tiempos.
Cristiano acabó el partido desesperado. Gareth Bale volvió a pecar de individualista, como ya lo hiciera en Mestalla en una jugada parecida, aunque esta no tuviese la misma trascendencia. El galés finalizó una contra en la que el balón acabó fuera, pudiendo haber cedido el gol a Cristiano, que avanzaba en paralelo para empujar la pelota, pero Bale decidió disparar y falló. A falta de un cuarto de hora para el final, Nacho puso el 3-0 favorable al conjunto madridista, tras un centro de Arbeloa que el canterano supo acomodarse y batir con la izquierda la portería espanyolista. Isco tuvo otra ocasión pero Casilla voló para desbaratar el gran disparo del malagueño que se colaba por la escuadra. Con el 3-0 se llegó al final de un partido dominado de principio a fin por el Real Madrid, que aclaraba las dudas que se había puesto sobre el conjunto blanco tras las derrotas anteriores.