Redacción: Álvaro Quetglas/La tribuna madridista
Gareth Bale afronta con Julen Lopetegui una nueva oportunidad en el Real Madrid. El futbolista galés, desde su fichaje, ha tenido constantes altibajos. Bale llegó destacando, ganó la Décima siendo decisivo con su tanto al Atlético en la final. En la Undécima también fue importante al marcar uno de los goles en la tanda de penaltis.
Con Zidane perdió protagonismo en detrimento de otros jugadores como Asensio o Isco. En la Duodécima no disputó la final ante la Juventus y la temporada que acaba de finalizar, la 2017-2018, ha sido la que menor protagonismo ha tenido desde que aterrizara en Madrid. Ya fuese por las lesiones que ha superado o por la poca- podríamos decir nula- confianza de Zidane en el galés, Bale no ha sido protagonista. Pero, como el fútbol es extraordinario, el destino tenía una última bala en la recámara para el galés: la final de Kiev.
Frente al Liverpool, Bale marcó dos tantos- uno de ellos de bella factura de chilena- que le hicieron ser el protagonista de la final. Curiosamente el protagonismo que no había tenido en toda la temporada, lo tuvo en Kiev. Aunque, al final del choque, Gareth señaló que este verano tendría que sentarse a hablar con su agente para buscar una solución- ya que quiere jugar más-, la llegada de Lopetegui abre una nueva ventana de esperanza para Bale. Ahora es el turno de Julen, de demostrar a Bale que confía en él y la ocasión del galés de devolverle esa confianza con buenas actuaciones. Es la última bala en la recámara para Bale, la última ocasión para demostrar que quiere seguir triunfando en el Real Madrid.