Redacción: realmadrid.com.
Gareth Bale ha caído de pie en el Santiago Bernabéu. Los grandes futbolistas no necesitan mucho tiempo para demostrar su valía y el galés ha cumplido con creces en su primera temporada en el Real Madrid. Veintidós goles, dos de ellos en las finales de Copa y Champions, y 11 asistencias en 44 partidos son las cifras de un jugador determinante.
El 14 de septiembre debutaba con el Real Madrid en Villarreal de la mejor manera, con gol. En total logró 15 en el campeonato liguero. Tres de ellos llegaron en la jornada 15 ante el Valladolid, en el que fue su primer hat-trick con el equipo blanco. Mientras, en la Champions ha marcado seis tantos y en la Copa uno. Esta faceta anotadora se complementa con su facilidad para asociarse y dar pases de gol.
Dos tantos y dos títulos
Si por algo va a ser recordada la primera campaña de Bale es por sus dos goles en las dos finales que dieron al Real Madrid la Copa y la Champions. Sobre todo, ese tanto antológico que logró ante el Barcelona en Mestalla tras recorrer más de 60 metros. Porque Bale ha demostrado tener la capacidad para aparecer cuando su equipo más le necesita. Y así volvió a hacerlo en Lisboa. El galés deshizo el empate en la prórroga aprovechando un rechazo de Courtois.