Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Durante el último mes y medio, han sido muchas las veces que Gareth Bale se ha visto tentado de salir ante los medios y denunciar la falta de palabra de Daniel Levy, quien le prometió el año pasado dejarle marchar este verano si llegaba una oferta del Real Madrid. Sin embargo, su cabeza siempre se acaba imponiendo al corazón y el galés sigue mudo a la espera de cerrar su fichaje por el Real Madrid.
Ayer MARCA intentó conocer de primera mano cómo está viviendo Bale su particular culebrón, pero el futbolista, asesorado por el jefe de prensa de la selección de Gales y por su representante, Jonathan Barnett, declinó hacer cualquier tipo de declaración.
El encuentro con este diario tuvo lugar a las 13.30 horas, en la puerta del hotel Saint David’s de Cardiff. A bordo de su espectacular Mercedes AMG Coupé de color negro, el futbolista acudió puntual a su cita con la selección galesa. Fue el último jugador en llegar y en la misma puerta del hotel le esperabamos el seleccionador Coleman y los enviados de MARCA. Antes que a ninguna otra persona, Bale nos estrechó la mano y se disculpó por no poder aclararnos nada de su futuro: “Lo siento, pero no puedo hablar”.
Feliz con Gales
Bale llegó con gesto serio a la concentración de Gales, dejando entrever ante la prensa que las cosas no estaban saliendo como él imaginaba cuando recibió la llamada del Real Madrid. Su rostro de tensión y hartazgo, presente durante todo el día, sólo cambió durante el entrenamiento que llevó a cabo en solitario por la tarde, en el que se le pudo ver bromeando con el preparador físico del combinado nacional.
No obstante, la llamada de la selección galesa ha sido una vía de escape para el jugador, que está viviendo un infierno en Londres. En el Tottenham la presión que vive el galés es máxima, ya que todos los días tiene que cruzarse con su amigo Villas-Boas, con el que guarda una buena relación y al que ha privado de su presencia alegando una lesión que nadie se cree.
El futbolista sigue firme en su idea de fichar por el Real Madrid y por eso no ha dudado en acudir a la llamada de su selección, forzando todavía más una situación que empieza a ser insostenible en el Tottenham. Según hemos podido saber,el hecho de que Bale haya acudido con Gales tras no jugar un sólo minuto con el club inglés no le ha hecho ninguna gracia a Daniel Levy, el hombre que está convirtiendo este multimillonario traspaso en una pesadilla para el jugador.
Los padres de Bale tampoco lo están pasando nada bien y, al igual que su hijo, también declinan hacer cualquier tipo de declaración hasta que el Real Madrid y el Tottenham no se pongan de acuerdo en un traspaso calificado en la selección de gales como el “fichaje del siglo”.