Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
César Azpilicueta (Pamplona, 1989) llegó al Chelsea y chocó con la suplencia, pero si hay algo que tiene el navarro es constancia y no levantar jamás la bandera blanca. Nunca se quejó, solo se machacó en cada entrenamiento y un día Mourinho le colocó de lateral izquierdo. Y se hizo dueño y señor del puesto. En marzo volvió a la selección y el viernes jugará a pierna cambiada. Será el lateral derecho de España en el debut mundialista ante Holanda.
Pregunta. ¿Le dicen la palabra Mundial y qué se le aparece en la cabeza?
Respuesta. Que estoy ante un sueño, ante un acontecimiento histórico. Siempre es algo con lo que he soñado estar.
P. ¿Qué palabra elegiría para lo que está viviendo?
R. Ilusión. Porque es el primero para mí y porque defendemos el título.
P. Su primer recuerdo de un Mundial es…
R. No demasiado bueno, el de Francia en 1998. He visto y leído cosas de los anteriores, pero mi recuerdo de verdad es ese.
P. Para usted es el primero, para algunos de sus compañeros será el último. ¿Qué se respira en la caseta?
R. Desde que llegué a la selección hace año y medio siempre he visto que se respira lo mismo: queremos ganar. Un Mundial se juega cada cuatro años y queremos seguir haciendo historia.
P. ¿Qué supone ser la selección que va jugar en Brasil con la estrella en la camiseta?
R. La responsabilidad de ser los campeones del mundo, de estar ante el reto enorme de volver a serlo.
P. Esa historia de la que habla dice que defender el título es un imposible desde 1962.
R. Tampoco había hecho nadie lo de las dos Eurocopas y el Mundial. Estuvimos en la final de la Copa de las Confederaciones el año pasado y eso es una gran experiencia. Nuestra suerte es que somos los que podemos intentar que ese desafío se cumpla. Sabemos lo difícil que es, pero lo vamos a intentar. Este grupo ha logrado cosas realmente increíbles y tenemos ganas de seguir haciéndolas.
P. ¿Lo que pasó en las Confederaciones da para decir que Brasil es el favorito único?
R. Favoritos hay varios. Es evidente que Brasil es uno de ellos, que juega en casa, que ganó la Copa de las Confederaciones…
P. Y que tiene a Neymar, que le hizo sufrir en la final de Maracaná…
R. Ese día nos salieron pocas cosas. Fue una derrota dura.
P. Usted comparte vestuario con los brasileños David Luiz, Ramires, Oscar, Willian… ¿Qué le dicen?
R. Sé la presión que tienen por jugar este Mundial. Salieron muy reforzados al ganar la Confederaciones, y más por ganarla ante la campeona del mundo.
P. ¿Y cómo ven a España?
R. Con un gran respeto, porque somos los actuales campeones, la mejor selección.
P. Usted llega al Mundial tras un año extraño en el que empezó sin jugar y ha acabado en un punto altísimo de forma.
R. Así es. Arranqué sin jugar todo lo que inicialmente esperaba, pero es verdad que incluso en esos momentos sentía la confianza del míster. Avanzó la temporada, me empecé a sentir mejor y he acabado contento.
P. ¿Qué hubiera dicho si a la vuelta de la Confederaciones le dicen que volvería a Brasil como lateral izquierdo?
R. No le creería. En ese puesto había jugado dos días contados en Marsella. Yo quería jugar y me daba igual la posición. He jugado el 80% de la temporada en la izquierda y me he sentido cada vez mejor.
P. ¿En qué ha mejorado a lo largo de este año?
R. En todo. He madurado, he sido padre… Jugar en un puesto nuevo me ha hecho ser mejor jugador.
P. ¿Y en qué hace Inglaterra mejores a los futbolistas?
R. Te exige una concentración máxima durante todo el partido. El físico les da para ser intensos del minuto uno al 90. Cuando eres defensa no tienes tiempo para respirar.
P. ¿Y por qué no dan un paso al frente con su selección?
R. Llevan traspiés muy duros durante muchos años. No sé si se puede comparar con lo que pasaba en su momento en España. Ahora han cambiado bastantes cosas y han metido a gente joven al lado de veteranos como Gerrard, Lampard o Rooney.
P. ¿Se imagina un día de su vida sin fútbol?
R. No puedo. Mi novia me dice que soy un pesado. Cada día que voy a entrenar lo hago con ilusión. Así que imagina lo que es estar en un Mundial.
P. Usted fue padre en abril y se cogió un tren desde Londres para poder estar en el entrenamiento del Chelsea antes del partido con el PSG.
R. Sí. Hablé con el míster y me dijo que llegara más tarde y que era importante para el equipo si podía llegar para jugar. Estaba con mi novia y Martina y me tenía que ir. Estaba deseando volver, pero es mi profesión. Todo salió bien.
P. Si gana el Mundial será para Martina…
R. Está claro que es un año especial para nosotros.
P. ¿Les preocupa el clima que se vive en Brasil?
R. No es agradable, pero esperemos que la seguridad sea buena.
P. El Chelsea se quedó este año cerca de todo. ¿Dará ese paso la temporada próxima?
R. El equipo ha dado la talla, aunque hayamos fallado en momentos puntuales. El Chelsea tiene que luchar por todo. Ha sido un año de transición, con cambio de entrenador, y seguro que vamos a dar ese pasito que nos ha faltado.
P. Con Diego Costa…
R. Eso parece…
P. Defínalo.
R. Me parece un grandísimo jugador. Ha hecho muchos goles muy importantes, pero en el equipo hay grandes delanteros y lo bueno es que la competencia nos hará mejores.
P. Y Filipe Luis llegaría para la banda izquierda, la suya.
R. Cuando juegas en un equipo de alto nivel la competencia siempre es máxima. Yo siempre he luchado por el puesto con todo el respeto por mis compañeros y así lo haré.
P. Volviendo a la selección. Usted es defensa y España casi no encaja goles en las grandes citas.
R. Así es. En el Mundial se encajaron dos goles, en la pasada Eurocopa uno. Son muy pocos. Eso dice mucho del equipo. Se ataca muy bien y se defiende igual. Es la base. Si sufres en defensa luego te cuesta más crear, atacar bien.
P. ¿Cómo le afecta a usted la profundidad de Jordi Alba al otro lado el campo?
R. Hay que adaptarse a esa variante para mantener el equilibrio. Jordi es muy importante para el equipo con sus subidas y atrás hay que mantener el equilibrio, cerrar bien.
P. Para acabar: ¿Qué le dice a la gente?
R. Que tenga ilusión, que crea en este equipo que va a luchar por el título siendo fiel a su estilo.