Gustavo Ayón ha hablado con el diario Excelsior y ha asegurado que está muy orgulloso de haber tenido el valor de dejar la NBA y venir al Real Madrid. También ha reconocido que ha disfrutado mucho de la Copa del Rey.
Infancia difícil: «Mi madre era la profesora en la primaria del pueblo (Zapotán). Mi padre, en cambio, se dedicaba a las labores del campo: tenía vacas, gallinas y algunos otros animales. Sembraba lo que hubiera en época de lluvia. Hasta mis 17 años estuve viviendo con ellos y trataba de ayudar con lo que se pudiera».
La Copa del Rey: «Nunca me había tocado jugar en la Copa del Rey y créeme que lo disfruté desde el primer día. La semifinal se nos complicó un poco contra Joventut y la final ante el Barça, ni se diga».
Críticas: «Sin embargo, todo ha sido más difícil que antes. He recibido muchas críticas, tanto de la prensa como de los aficionados por lo mismo de venir de la NBA. Pero lejos de picarme el orgullo, como se dice en México, yo sé cómo funciona mi juego, cómo debo de trabajar y las razones por las que estoy aquí. Por eso no me preocupan».
Trabajar duro: «Cuando recién llegué a España, hace cinco años, me gritaban de todo en el pabellón del Fuenlabrada. Después las cosas cambiaron. Todo es cuestión de paciencia. Hay una frase que siempre ha estado en mi vida: ‘Quien lucha sin descanso, al final del camino triunfa’. Estoy convencido de que sólo así se está más cerca del éxito».
Adaptación: «A diferencia de ese tiempo, la adaptación en el Madrid me ha costado más, porque estuve siete meses fuera por la lesión del hombro. Trabajé mucho para recuperarme y jugar al 100 por ciento en el Mundial de España, pero después físicamente tuve un bajón muy fuerte. Ahora, mentalmente, estoy más tranquilo. Me siento orgulloso de haber tenido el valor de dejar la NBA para venir aquí».