Poco después llegó la operación, el 7 de agosto de 2019, y comenzó un duro proceso de recuperación. “Me iba marcando pequeños objetivos por semanas para ir avanzando en todo. Estaba obsesionado con recuperarme y todo lo que podía ayudar para que la rodilla estuviera bien, lo hacía”, explica Asensio sobre las fases que superó y en las que fueron vitales las sesiones de trabajo en la piscina y en el gimnasio.
Vuelta al césped
Otro paso importante llegó el 24 de enero, cuando volvió a pisar el césped. Tres días después, comenzó a tocar el balón y siguió su puesta a punto y aumentando la confianza en su rodilla sobre el terreno de juego. Un trabajo que sirvió para que, después del parón por la pandemia del COVID-19, regresara a los entrenamientos con sus compañeros el 11 de mayo.
Regreso a la competición
Una recuperación de más de 10 meses que el mallorquín reconoce que también le ha endurecido psicológicamente: “Pensaba las 24 horas en la rodilla. Ese trabajo interior que he hecho me ha ayudado bastante en este proceso y para lo que venga en el futuro”. El madridismo está de enhorabuena con la vuelta de Asensio, que ante el Valencia tuvo su regreso soñado.