Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Cuando el Madrid ganó el Mundial de Clubes, el 20 de diciembre de 2014, pocos podían imaginar que el año que asomaba al calendario fuese a ser tan radicalmente distinto para el equipo de Carlo Ancelotti.
No solo porque 2014 fuera un año triunfal para los blancos, con la conquista de cuatro títulos. Copa del Rey, Champions, Supercopa de Europa y Mundialito. La mejor cosecha en un año natural de la historia del club.
Pero, como decimos, no se trataba únicamente de títulos. También, y eso era quizá lo mas importante, de sensaciones. El Madrid jugaba un fútbol de alta escuela, encadenaba una espectacular racha de 22 victorias consecutivas y proclamaba su candidatura a todos los títulos en juego. Lo que su historia y su potencial exigían y exigen.
Pero todo cambio en 2015. Desde el primer partido, la derrota en Mestalla. Llegó luego el KO en Copa ante el Atlético (otra remontada frustrada), la plaga de lesiones (desde Modric a Benzema, pasando por James, Ramos, Bale, Pepe…), la pérdida progresiva de fuelle en Liga hasta dejarse el liderato en favor del Barcelona y, por fin, la eliminación en semifinales de la Champions a manos de la Juventus.
Así, el Madrid solo puede aspirar a lograr en 2015 la Liga. Y lo tiene en chino. El Barça le aventaja en cuatro puntos a falta de seis por disputarse. Este fin de semana podría decir adiós matemáticamente a todos los títulos que se disputan en este año natural. Menos de cinco meses después de soñar, sostenido por firmes argumentos, con repetir otra temporada de plenitud.