ANCELOTTI O COMO LLEGAR A LA EXCELENCIA EN DOCE MESES

Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista

Carlo Ancelotti desprende felicidad. El madridismo, también. El italiano irradiaba este domingo alegría al pisar Valdebebas y ver la capacidad de superación de su equipo, pero antes sintió la satisfacción que da el trabajo bien hecho cuando pisó la calle y comprobaba que se ha ganado el respeto de todos definitivamente.

Los triunfos y el buen juego del Real Madrid colman la felicidad de un técnico que ha entendido como nadie lo que es y lo que significa la entidad madridista. Tal y como afirman en la zona noble del Bernabéu, esa que disfruta ahora del juego de su equipo cuando dos meses atrás llegaban a confesar que se había perdido la temporada, se sienten orgullosos de lo hecho, del juego y de las once victorias consecutivas.

Se siente satisfecho con lo que está logrando y, en especial, por ese estado de euforia que se ha instalado en una afición que parece haber olvidado todos los problemas de inicio de temporada, en los que se dudaba de los movimientos de mercado, de la capacidad del equipo y del acierto del técnico. Ahora, todos se han rendido a un Real Madrid que gana, golea y divierte.

El ejemplo del Milan
Un año después (los dos primeros meses se los tomó de adaptación), el juego del Real Madrid se aproxima al ideal futbolístico de su entrenador, el que puso en práctica en ese Milan que lo ganó todo. Ni en el Chelsea ni el PSG se aproximó al nivel de juego que está mostrando el equipo madridista. Las últimas demostraciones hechas por el once blanco han dejado más que satisfecho al entrenador italiano. Se acerca a esa excelencia que Ancelotti encontró en el Milan con Maldini, Rui Costa, Pirlo o Kaká de líderes.

Ancelotti ha fabricado un equipo, ha dado forma a un once que se antojaba complicado tras las salidas de Di María y Xabi Alonso. Algunos apuntan a que la lesión de Bale ha ayudado lo suyo, pero lo cierto es que este Real Madrid ya estaba en camino con el galés sobre el césped, sin el equilibrio del actual, pero mostrando músculo y pegada.

Una vez que el ex del Tottenham ya está de vuelta, el italiano tiene una nueva prueba para y lo curioso es que está convencido, contrariamente a la opinión generalizada, de que con Bale todo será más fácil. No le preocupa la vuelta del galés.

El italiano no es dado a presumir. No lo ha hecho nunca. Sabe que el fútbol es cuestión de resultados y que todo puede cambiar en cualquier momento. Ahora ha encontrado en el 4-4-2 el sistema alrededor del cual el Real Madrid se ha acercado a esa excelencia que todo el mundo quiere ver. Ancelotti siempre ha sabido dar a sus equipos un sistema diferente dependiendo del momento y de los jugadores con los que contara, pero su preferido siempre ha sido el ahora empleado.

En el Real Madrid le ha costado su tiempo hallar ese esquema con el que plasmar el buen gusto por el fútbol que siempre ha abanderado y que en pocas ocasiones apareció durante la pasada campaña. Como ha hecho en sus anteriores equipos, Ancelotti ha sabido ganarse al vestuario. En esta ocasión lo ha hecho repartiendo confianza y ganándose a los dos jugadores que más peso tienen en el resto del grupo. Ramos y Ronaldo viven por y para Ancelotti. Los ha ganado para la causa.

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