A FALTA DE CRISTIANO,ESTARÁ EL PRÍNCIPE DE GALES EN BUSCA DE SU CORONA

Las estadísticas solo avalan a Bale a medias. El galés lleva 19 goles, la segunda mejor marca de toda su carrera, pero en su debe está que todavía no ha marcado en Copa ni al Barça ni al Atlético. Ante los azulgranas naufragó en los dos partidos. Y ante los rojiblancos, pinchó en los cuatro encuentros, cayéndose de la convocatoria de uno de ellos a pocos minutos de empezar el choque. Desde el Real Madrid echan de menos una gran actuación en una gran noche. Y la de Mestalla lo es. Es la primera final de la temporada.

Bale suma 18 goles y 16 asistencias esta temporada. Números espectaculares que maquillan una campaña en la que todavía no ha ofrecido su mejor versión. El galés aún no enamora pese a que su pegada le convierte en uno de los jugadores más eficaces del fútbol español. Ha participado de manera directa en 34 tantos esta temporada, pero el madridismo todavía le reclama un partido memorable.

La pegada sin Cristiano
La afición del Real Madrid todavía se hace a la idea de que deberán ganar la final sin CR7, el hombre que hace tres años subió al cielo de Valencia para cabecear el centro de Di María y dar el título al Real Madrid. Mañana no estará Ronaldo en Mestalla, pero en su lugar estará un Gareth Bale que da la sensación de rendir mejor cuando no tiene al portugués a su lado. Al menos, sí que parece tener más contundencia de cara a gol. Y es que siete de los 14 goles que ha logrado en Liga han sido sin Cristiano en el terreno de juego. Y en la Champions también ha demostrado que sabe brillar sin el portugués.

Mimado por los médicos
Tal es la esperanza que tienen puesta sobre Gareth Bale, que los servicios médicos y el cuerpo técnico le cuidan estos días todavía más de lo que lo hacen habitualmente. Conscientes de que es un jugador frágil, están volcados con él para que llegue a la final en perfecto estado de revista y sin que ninguna sensación extraña le deje fuera del primer partido del año.

Así las cosas, un fisio no le quitó ojo y habló repetidamente con él durante el calentamiento previo al partido del Almería y Ancelotti le retiró a falta de 20 minutos para el final. Y estos días, sus minutos en la camilla de masaje han aumentado considerablemente. Sin Cristiano, no queda otra que aferrarse a él.