Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
A Odegaard no le seduce la idea de jugar de nuevo en Segunda B con el Castilla y su mente está puesta en quedarse la próxima temporada en el primer equipo. Su intención es ocupar el hueco de Jesé. AS publicó el pasado sábado que el Madrid quiere traspasar al extremo canario para que tenga partidos en otro club guardándose una opción de compra (como hizo en su momento con Carvajal y Morata) y eso ha espoleado el deseo del joven futbolista noruego.
Para lograrlo, tanto Odegaard como su padre Hans-Erik (el hombre que guía su carrera) cifran sus esperanzas en la pretemporada. Irá a Australia y China como consta en el contrato que firmó con el Madrid por seis campañas el pasado 22 de enero. En él se estipulan dos privilegios relacionados con el primer equipo: se entrena con los mayores al menos cuatro días a la semana (esto ya le supuso un encontronazo con Zidane) y tiene que formar parte del plantel que vaya al stage o gira de verano cada año que esté en el club.
Pese a esa ventaja sobre los demás canteranos de La Fábrica, Odegaard no lo va a tener fácil. Si sigue Ancelotti y mantiene su habitual esquema 4-3-3, el futbolista de Drammen se enfrentará a un problema porque es un mediapunta que suele desenvolverse mejor como diez en un 4-2-3-1. En todo caso, el escandinavo ya ha jugado con el Castilla en momentos puntuales caído a la banda derecha, la zona en la que suele actuar Jesé cuando no ha estado disponible Bale.
Pese a que ya mira al futuro, el objetivo más inmediato de Odegaard es estrenarse este sábado con el Madrid ante el Getafe. Está entre los canteranos con los que Ancelotti medita contar de cara al cierre liguero.