Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Quien más agradeció la aportación y presencia de Modric fue su íntimo amigo Gareth Bale. Si bien no le dio ninguna asistencia, su participación fue decisiva en los dos goles del galés.
En el primer gol del Madrid, Modric tiró una pared con Benzema a la salida de un córner que posibilitó el centro desahogado del francés. En el segundo tanto, el croata sacó rápido para Carvajal en la banda, cuyo centro fue rematado por Cristiano y desviado por el galés.
Se buscaron y se encontraron, sabedor Modric de que el británico necesita cariño y balones. Modric ha sido clave en la adaptación de su excompañero al Madrid y a Madrid. En la ausencia por lesión de Luka, Bale le ha echado de menos. La celebración del primer gol del galés, con Modric colgado de su espalda, es sintomática del feeling que los une y que tanto necesita el Madrid.
«Yo no soy el salvador», declaró en Croacia. Él no se sentirá como tal, pero viendo la otra cara del Madrid respecto a sus últimos encuentros (dos derrotas y un empate), es entendible que el madridismo recupere la sonrisa. Si el Madrid juega a su ritmo, puede bailar en Can Barça.