Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Las lesiones musculares agobian a la plantilla del Real Madrid. Desde que empezó la temporada, los jugadores blancos han ido cayendo una y otra vez, con mayor o menor gravedad, víctimas de pinchazos, tirones, roturas fibrilares… Y la cuenta no deja de aumentar. Coentrao es el último nombre de una lista preocupante.
Tampoco ha tenido suerte el Madrid con las convocatorias de las selecciones nacionales. Carvajal se tuvo que marchar de una concentración de La Roja, en el mes de septiembre, por un problema en los isquios. Y a principios de noviembre, caía lesionado con el Real Madrid por un pinchazo en el mismo músculo.
Otro que se lesionó defendiendo la camiseta de su país fue Luka Modric, la lesión más grave de la temporada blanca. El croata se rompió en un partido ante Italia en noviembre y aún le queda al menos un mes de baja por culpa de aquel arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo.
También ha recaído Sergio Ramos, que en octubre sufrió una microrrotura en el sóleo de la pierna derecha que casi no le mantuvo fuera de la dinámica del grupo. Pero en el Mundial de Clubes su musculatura le dio otro aviso. En la semifinal, ante Cruz Azul, se tuvo que retirar con la mano en la parte posterior del muslo izquierdo. Forzó y jugó la final, pero ante el Sevilla se resintió, se echó la mano a la misma zona y las pruebas diagnosticaron una rotura en el isquiosural.
Illarra, Pepe, Isco y Marcelo son los otros futbolistas que han tenido que pasar por la enfermería con problemas musculares, un maleficio que no termina en Valdebebas y continúa con la lesión de Coentrao en el entrenamiento de ayer. Un agujero en la plantilla y un quebradero de cabeza para Ancelotti, el cuerpo técnico y el cuerpo médico, que deben trabajar para recuperar a los futbolistas caídos y, a su vez, encontrar la causa de tanta lesión muscular para frenar la epidemia.