Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Por fortuna al final no hubo que lamentar ningún error de consideración, pero la decisión de la FIFA de designar a Walter López como colegiado de la final del Mundial de Clubes sigue trayendo cola. Y es que el árbitro portugués Pedro Proença ha reconocido en su país que se quedó con las ganas de haber sido el juez de la contienda.
El trencilla luso habló para la prensa tras aterrizar en Lisboa procedente de Marruecos. Y lo primer que hizo fue admitir que acabó decepcionado el campeonato por tener que conformarse con dirigir el choque por el tercer y cuarto puesto entre el Auckland City y el Cruz Azul. «Tenía otra expectativa. No fuimos hasta donde queríamos y hasta donde podíamos, pero así es la vida» aseguró Proença. De esta forma ha confirmado indirectamente que la FIFA llegó a designarle como colegiado de la final, pero las presiones de San Lorenzo de Almagro provocaron que hubiera un cambio de última hora para que no hubiera un árbitro europeo al frente del partido.
Pero como decimos por fortuna al final Walter López cumplió con el expediente, a pesar de que en la primera parte se le notó bastante sobrepasado por la importancia de la cita. Los jugadores argentinos le hicieron trabajar más de la cuenta y plantearon un choque bastante trabado que poco a poco se fue apaciguando bajo el dominio madridista. Así su actuación no influyó en nada en el resultado final, aunque el futbolista de San Lorenzo Néstor Ortigoza aseguró este lunes que el árbitro había ayudado a los madridistas en el choque. Una opinión que ni mucho menos ha sido compartida por el resto del mundo, ya que más allá de lecturas forofas la victoria merengue fue tan justa como evidente.