Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Estadio Santiago Bernabéu-LaTribunaMadridista
El Real Madrid continuó su buena actual marcha de resultados y sumó su quinta sexta victoria consecutiva tras derrotar sin problemas este domingo al Athletic Club de Bilbao en el estadio Santiago Bernabéu, tras un partido que se empezó a decantar demasiado pronto para el lado blanco frente a un rival que dejó patente la fragilidad que le está afectando en este delicado momento.
A los de Carlo Ancelotti les bastó imponer su mejor estado de ánimo y su poderosa ofensiva para deshacerse sin contemplaciones de los rojiblancos, que siguen sin salir de una depresión, una ventaja que el actual campeón de Europa no desaprovechó, lanzado por el tempranero tanto de Cristiano Ronaldo, que suma y sigue en la faceta goleadora.
El conjunto blanco demostró ser nuevamente demoledor cuando encuentra su arsenal atacante, sobre todo en una segunda parte donde su rival dejó más espacios, y apoyado en ese argumento sigue escalando en la tabla, lo contrario que el Athletic que no sale de la zona baja y cae en los puestos de descenso.
Demasiado pronto se le complicaron las cosas a los de Ernesto Valverde, un equipo con una moral endeble en la actualidad. A los cinco minutos, un centro de Gareth Bale encontró a Cristiano solo en el segundo palo, una ventaja excesiva para un cabeceador como el portugués, que no tuvo problemas para batir a Iraizoz.
El tanto del de Madeira fue el preludio de una buena salida local. El luso se topó con una buena mano del portero rojiblanco poco después y el balón casi siempre tenía la dirección hacia el área visitantes porque, pese al 4-3-3, los madridistas presionaron con acierto a un rival que nunca encontró la mejor versión de Iturraspe para tener la pelota y donde el joven Guillermo, sustituto del lesionado Aduriz, única arma ofensiva vasca, era superado una y otra vez por Ramos.
Con todo, el Athletic supo aguantar con entereza por su firmeza para mantener la línea defensiva muy arriba, con la que hizo caer en varias ocasiones a los delanteros blancos en el fuera de juego y que durante muchos minutos dejó desconectado a Benzema, menos participativo de lo habitual, y que tuvo en sus botas el 2-0 cuando no llegó por poco a un pase fina de Bale tras una buena combinación con Cristiano.
Los minutos fueron pasando y el conjunto vizcaíno, desangrándose por sus flancos, no reaccionó y ni siquiera tuvo ‘ayuda’ en el balón parado, habitual tormento del Real Madrid. Sólo una volea de Iker Muniain, arrinconado y sin protagonismo en la izquierda, hizo trabajar a Iker Casillas, escaso bagaje para inquietar a los locales cuyo poderío ofensivo les sigue desequilibrando pese al trabajo que realizan Kroos y Modric y con James intentando amoldarse a ese esfuerzo físico.
Sin embargo, cuando el descanso llegaba, los de Carlo Ancelotti hicieron el segundo. Después de Iraizoz se cruzase con rapidez en un mano a mano con Cristiano, un saque de esquina permitió a Benzema cabecear picado a la red, aunque pudo haber falta previa de ‘CR7’ a Gurpegi.
APARECE EL CONTRAGOLPE
El marcador constató la ambición mostrada por ambos y para la reanudación Valverde trató de buscar soluciones, principalmente ofensivas metiendo en el campo a Ibai Gómez y sacando de su exilio en la banda a Muniain en busca de aprovechar más la calidad entre líneas del navarro y la buena bota que posee el interior.
Pero al Real Madrid no le importó ceder parte de su iniciativa y tiró de su contragolpe para responder. Bale desperdició una ‘contra’ a toda velocidad, pero minutos después, la pausa de Benzema, la velocidad del galés y la voracidad de Cristiano se juntaron para sentenciar con el doblete del portugués, que empujó a la red el ‘regalo’ del de Cardiff.
El tanto terminó por hundir al Athletic, que se lanzó sin excesiva cabeza hacia adelante, sin refugiar sus débiles espaldas. Con metros y espacio, Benzema y Modric acrecentaron su presencia, siempre con los atletas Cristiano y Bale alerta. El croata dibujó un pase preciso para el luso que no fue egoísta y permitió al francés firmar el doblete y tener en esta ocasión la ovación de la grada. A los visitantes ya poco les quedó a lo que agarrarse salvo a un excelso Iraizoz que pese a sus paradas no pudo evitar que un rebote provocase que el portugués se llevase otro balón firmado.