Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Germán Burgos será el entrenador del Atlético en el Bernabéu en ausencia de Simeone. El Mono, protagonista el sábado, ya cuenta con una larga lista de aventuras y desventuras en el coliseo blanco, que se remontan a su época como guardameta rojiblanco y que llegan hasta los últimos derbis, de la mano del Cholo.
Le paró un penalti a Figo con la cara… que valió un punto
Aunque ya había jugado contra el Madrid en 1999, vistiendo la camiseta del Mallorca, su debut en el Bernabéu se produjo en 2003, defendiendo la meta del Atlético. Con el 2-1 luciendo en el marcador del estadio madridista, Figo, que había marcado los dos tantos, tuvo la opción de ampliar la ventaja desde el punto de penalti, pero El Mono le detuvo el lanzamiento ¡con la cara! De la fuerza del impacto, la gorra voló hacia atrás y la nariz del portero argentino empezó a sangrar hasta manchar sus guantes, los mismos que lució con orgullo al día siguiente en la redacción de MARCA. Su parada posibilitó el 2-2 final, un gol anotado por Albertini de falta en el último suspiro del encuentro.
Encajó el gol de Ronaldo a los 14 segundos de partido
Unos meses después de aquella heroica actuación, Burgos volvió al Bernabéu dispuesto a repetir buen resultado. Pero a los 14 segundos de partido Ronaldo destrozó su sueño y le batió en una de las jugadas más recordadas de la historia del derbi madrileño. El primer regate de aquel eslalon del brasileño se lo hizo, por cierto, con un caño a Simeone. El marcador lo dejaría visto para sentencia Raúl, que aprovechó una mala salida de Burgos.
Polémica y triunfos en el banquillo del Bernabéu
Tras su etapa como jugador, en la que nunca ganó al Madrid en el estadio blanco, Burgos se tomó la revancha como segundo entrenador rojiblanco. Sus visitas al Bernabéu van acompañadas de polémica y de momentos calientes.
En su primera visita como ayudante de Simeone, en diciembre de 2012, tuvo un rifi-rafe con Mourinho, al que espetó: «Yo no soy Tito, yo te arranco la cabeza», en relación al episodio acaecido en la Supercopa de 2011. Aquel día el Atlético cayó derrotado, pero se vengó en la final de Copa.
En aquel encuentro, antes de la prórroga, cuando los dos equipos hicieron una piña, El Mono se desentendió de la charla de su equipo y se acercó al círculo blanco, como queriendo escuchar las instrucciones que allí se daban. Al final fue manteado, como una pieza importante de la victoria. En la primera vuelta de la temporada pasada volvió a ganar. Y volvió a dejarse notar en el área técnica.
El sábado vuelve, con máxima responsabilidad en el banquillo rojiblanco, a un escenario que le pone.