REDACCIÓN: Pablo Jiménez
Si hay un adjetivo que define la trayectoria de la selección española en la primera fase del mundial es la solidez. Los cinco partidos disputados se han saldado con solventes victorias. Algunas ante rivales de alta enjundia como Brasil, Francia o Serbia. La brillantez ha sido la nota dominante para una selección muy exigida que tiene desde el primer minuto la necesidad de ganar el campeonato del mundo en su casa. La mejor de la historia. Los Gasol, Navarro, Calderón y compañía serán recordados como la una generación única. Nunca antes hubo una igual ni parece que vaya a ver otra similar en el futuro.
Este Mundial podría ser el colofón para una selección de ensueño. La primera fase ha ido sobre ruedas y hoy, sábado, comienzan los octavos de final ante Senegal. El duelo de octavos no parece que vaya a ser demasiado complicado. Ya se ganó a la selección africana con mucha facilidad en los partidos preparatorios. Un partido que no parece que vaya ser el más complicado de los que le quedan por delante a la ÑBA. El umbral es esa final esperada ante Estados Unidos. La venganza por las dos derrotas en la final de los Juegos Olímpicos de Pekin y de Londres. Este mundial tiene que ser la revancha para los españoles.
Pero antes, el duelo de octavos ante Senegal. Si se vence espera o Croacia o Francia. Un rival más duro. El pistoletazo de salida será en el Palau Sant Jordi con el Dream Team jugando ante México. Un duelo dónde los americanos son favoritos absolutos. Además del duelo entre Francia y Croacia, el otro partido lo disputarán República Dominicana y Eslovenia. Comienza los partidos de verdad. Los más interesantes. El que pierda se irá para casa.