Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Antes de descansar mañana, la Selección se cruza hoy con un viejo enemigo: Brasil, el coloso amazónico que en 1986 (con Oscar Schmidt, Marcel, Gerson…) apeó a la España de Díaz-Miguel de la lucha por las medallas en el Mundobasket español. Luego estallaron ciertos memorables duelos olímpicos: en 1988, en Seúl (110-100 para España, con 55 puntos de Schmidt) y en 2012 en Londres, cuando España cayó por 82-88 (16-31 en el último cuarto)… y así evitó el cruce en semifinales con EE UU.
El Brasil de hoy parece digno heredero de los campeones mundiales de 1963. Hace dos semanas, la escuadra verdeamarelha cedió ante EE UU en Chicago: 95-78. Pese a ello, este brillante Brasil de Rubén Magnano (seleccionador campeón olímpico en 2004 con Argentina) maneja un tremebundo arsenal interior. Tres torres, tres pívots de la NBA acorazan al equipo amazónico: Tiago Splitter (Spurs, 2,10), Nené Hilario (Wizards, 2,11) y Anderson Varejao (Cavs, 2,11). Desde fuera dispara Leandrinho Barbosa, ya en los Warriors. “España juega en su ambiente. Pero aquí todo el mundo es batible y nosotros queremos ganar la Copa”. Palabra de Varejao.