NADAL CONSIGUE SU VICTORIA 700 Y PASA A SEGUNDA RONDA DE WIMBLEDON

Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Wimbledon-Londres-Latribunamadridista

El destino ha querido que dos años después Rafael Nadal tenga la oportunidad de tomarse cumplida revancha de Lukas Rosol, su verdugo en la segunda ronda de Wimbledon 2012. El próximo jueves, español y checo volverán a verse las caras, con la diferencia del paso del tiempo y un Nadal sin ataduras físicas ni vendajes protectores en las rodillas. Mientras Rosol derrotó este martes en cuatro sets al francés Benoit Paire, las mismas mangas necesitó Nadal para acabar con la resistencia de Martin Klizan, que se rindió con un tanteo de 4-6, 6-3, 6-3 y 6-3.

El eslovaco se frotaba los ojos cuando en menos de dos minutos estaba 0-40 en el juego inicial sobre el servicio de Nadal. En el cielo de la central de Wimbledon sobrevolaban las dos últimas derrotas del balear ante Lukas Rosol y Steve Darcis. Tres errores no forzados y dos buenos saques del número 1 mundial evitaron el ‘break’ inicial. Pero Klizan ya había avisado de su talento, más que conocido, aunque no en hierba. Llegó a lo más alto del ranking en categoría junior gracias a ser campeón de Roland Garros en 2006.

La diferencia entre uno y otro radicaba en los fallos. Para que Nadal te regale una pelota le tienes que llevar al límite, algo que ahora mismo sólo hace Novak Djokovic. Su rival cometió una doble falta en el segundo juego que le dio una ventaja al español para adelantarse 2-0. La salvó con el saque. En hierba el servicio juega un papel fundamental. En tres juegos había habido ya seis pelotas de ‘break’. Ninguna convertida.

A Klizan ya no sólo se le conoce como el tenista con el tatuaje de un gigante en la parte poterior de su pierna derecha. Tiene tenis suficiente para plantar cara a cualquiera. Lo demuestran sus dos títulos como profesional en 2012 en San Peterburgo, en rápida bajo techo, y dos años después en la tierra de Múnich. En ambo casos su víctima fue el italiano Fabio Fognini.

El eslovaco tomó la delantera en el partido gracias a una rotura en el noveno juego, precedida por una doble falta del número 1 mundial. A pesar de los continuados resbalones, los intercambios desde el fondo de la pista eran para el tenista que luchaba para imitar a Steve Darcis en Wimbledon.

La continuación marcaría el desenlace y fue Nadal quien, a la sexta oportunidad, se adelantó en el marcador, tomando por primera vez el saque de su adversario. Firmó las tablas. Otro rápido ‘break’ parecía sentenciar el ganador. Entre medias, el punto del torneo. Rafa, después de resbalar y topar con la moqueta verde, se incorporó de inmediató para decantar a su favor una jugadas con un pasante imposible.

Klizan, sin embargo, no quería rendirse tan fácilmente y volvió a romper el servicio del manacorí. Del 3-0 se pasó al 3-2. Finalmente, el tercer y cuarto set cayeron también del lado del segundo favorito del cuadro ante un adversario que ya había sacado la bandera blanca.