Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Los dos partidos previos al Mundial de Brasil, más el de Italia de marzo en el Calderón, han servido a Vicente del Bosque para ir extrayendo conclusiones de cara al partido ante Holanda. Por encima de todas, una: David Silva llega a Brasil en pleno apogeo, a un nivel para pedir paso en el equipo y cambiar las ideas del seleccionador si en sus primeros planes no estaba el zurdo de Arguineguín.
Ahora que todo son elogios, Silva no cree que estemos ante la mejor versión nunca vista de su fútbol: «No lo creo. He tenido grandes años, pero este hemos hecho un buen fútbol en el City. La llegada de Pellegrini nos ha venido muy bien, hemos hecho muchos goles y para mi forma de jugar ha sido fundamental esa idea de fútbol. Por eso puede que se aprecie más».
A la Eurocopa de 2012, en la que fue uno de los jugadores más brillantes hasta el punto de estar en el equipo ideal, llegó con ocho goles con el City, los mismos que ha sumado esta temporada, aunque ha jugado nueve partidos menos a causa de un tobillo que de vez en cuando le da la lata: «He tenido la mala suerte de caer lesionado en momentos en los que me encontraba muy bien. Pero luego también he tenido la suerte de sentirme pronto con buenas sensaciones».
El grupo ante todo
Contento de que Del Bosque haya destacado su juego, «porque es bueno que lo diga el míster», escapa de afirmaciones que digan que va a ser su Mundial: «El mío no, es el de todos. Es el del grupo porque de lo contrario no vamos a conseguir nada». A nivel particular es cauto: «He jugado en los últimos tres partidos en la segunda parte y mi idea es la misma: si tengo oportunidades, intentar aprovecharlas y dar todo lo que pueda. Es lo que hacen todos los compañeros en este equipo».
De su posición en el campo prefiere «dejarlo para el entrenador», pero recuerda que la posición de falso nueve no es una novedad para él: «Jugué ahí en el Azteca un rato y contra Escocia en Alicante. En los dos partidos marqué y me encontré cómodo, pero no es una posición en la que esté habituado a jugar. Donde yo me siento más cómodo es detrás del punta, que es donde he jugado más este año en mi equipo y aquí. Esa es la que más me gusta, aunque en la selección he jugado en todas las posiciones. Además, en la selección tenemos grandes delanteros».
Su cifra de dianas con la selección, 20, hacen de Silva el tercer goleador de este equipo por detrás de Villa (58) y Torres (37): «Son bastantes goles la verdad. Y además llevo bastantes asistencias. En la selección me encuentro cómodo, muy a gusto. Es tan grande el equipo que hace que todo sea más fácil».
Cuando se le pregunta por los motivos por los que España tiene que ser optimista, Silva mantiene la misma línea que el resto de sus compañeros: «Se puede porque hay un grandísimo equipo, porque lo hemos demostrado y porque hay que seguir confiando». Como Torres, la palabra favorito no le provoca rechazo: «Después de ganar dos Eurocopas y un Mundial no nos pueden quitar ese papel. Pero hay más. Brasil, porque juega en casa, Alemania, Argentina, Italia…».
El ambiente en contra
La experiencia de la final de la Confederaciones fue dura, pero Silva firma ya poder repetirla: «Brasil en su casa aprieta mucho y el ambiente es tremendo, pero tenemos que saber jugar con eso también. Claro que firmo volver a vivirlo. Ojalá estemos nosotros en la final, sea con Brasil o contra otro rival».
La primera piedra en el camino no es pequeña: «Holanda fue el finalista hace cuatro años y empezar con eso es como estar ante otra final. El primer partido es importante, ganar te da mucha confianza. Marca muchas cosas. Tenemos que jugar con nuestro estilo, estar bien y lo que haga el contrario, si juega con cinco defensas o no, no depende de nosotros».
Hace cuatro años, en Sudáfrica, Silva llegó como titular y salió del equipo tras la derrota ante Suiza, pero no cree que ahora esté más valorado: «No lo veo así. Pienso que se me valora igual. Por diferentes motivos, a veces juegas y otras no. La confianza que tengo es la misma desde el primer día que llegué a la selección. Nunca hablo con el míster sobre si juego poco o mucho. El recuerdo fue increíble porque ganamos. Cuando juego tampoco hablo con él. Intento tener mis oportunidades y aprovecharlas».
El viernes, en Salvador, España se jugará la forma en la que afronta el Mundial. «En Sudáfrica empezamos perdiendo y luego ganamos el Mundial, pero está claro que es mejor no repetir esa experiencia», explica un Silva que ha reclamado los focos para él con juego, mientras de su boca solo sale una idea, una palabra: equipo.