Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
«Si la final de Champions fuera hoy, Benzema no jugaría». La frase de Ancelotti, pronunciada durante el media day del club blanco el pasado martes, hizo saltar las alarmas de los más pesimistas. Pero en ese grupo no está Benzema, que, después de unos primeros días en los que tenía serias dudas, ayer se veía más que nunca sobre el césped de Lisboa.
Una contractura en el aductor siempre genera muchas dudas, pero lo que cuenta en estos casos, a veces más que la propia ciencia, son las sensaciones del futbolista en las horas previas. Y el delantero está seguro de que llegará a tiempo.
Porque si por algo vino Benzema al Real Madrid hace cinco años era para vivir este momento. Y el francés no se imagina perderse esa cita. La Champions siempre ha sido su competición favorita, tanto en el Olympique de Lyon como en el Real Madrid. En algunos momentos donde ha sido cuestionado, Europa ha sido una tabla de salvación, una manera de reivindicarse.
En la Champions, Benzema ha logrado goles espectaculares con la camiseta blanca, como el que logró en Ámsterdam frente al Ajax, pero también decisivos, como el que marcó al Bayern en la ida de las semifinales.
Un final mermado
El delantero no ha tenido el final de temporada que imaginaba a nivel físico. Mermado por unas molestias en la rodilla, se vio obligado a parar cuando la Liga parecía ya una quimera. No jugó en Vigo para recuperase, pero decidió hacerlo ya contra el Espanyol por miedo a perder el ritmo. Fue cuando llegó la contractura en el aductor, justo en el momento en que daba el pase de gol a Bale. Fue su asistencia más amarga, porque sabía que esa lesión, que le dio muchos problemas en su primer año en el Madrid, es difícil de dejar atrás.
Karim se ha sometido a pruebas de control en la clínica Sanitas La Moraleja que han confirmado que todo ha quedado en una pequeña contractura y que no hay más solución que reposo. En el entrenamiento de ayer, el delantero tampoco saltó al césped. Se puso una mañana más en manos de los fisios y realizó ejercicios aeróbicos que no le afectaban a la zona dañada. El jugador quiere llegar lo más fino posible a la cita, consciente de que está viviendo el año más importante de toda su carrera deportiva, con la final de la Champions y con su primer Mundial con Francia a la vuelta de la esquina.
Benzema tiene aún tres días contando con el del partido para apurar sus opciones. Lo que tiene claro el jugador es que quiere llegar y si no está al máximo y Ancelotti decide no arriesgar esperará desde el banquillo. Pero Carlo siempre ha confiado en su delantero.