Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Menos de un año después de caer en semifinales, el Real Madrid optará a la revancha ante el Borussia Dortmund de Jurgen Klopp. El curso pasado, el equipo alemán fue la piedra en el camino que acompañó a los blancos durante la pasada Champions League y que finalmente se descubrió insalvable. Se midieron cuatro veces, dos en la fase de grupos (2-1 en Dortmund y 2-2 en el Santiago Bernabéu) y dos más en semifinales (4-1 en la ida en Alemania, con cuatro goles de Robert Lewandowski; y 2-0 en la vuelta).
Precisamente el delantero polaco, uno de los mejores puntas de la actualidad, es uno de protagonistas del cruce por su ausencia en la ida tras una amarilla absurda en la vuelta de octavos ante el Zenit. Lewandowski se descubrió un dolor de muelas para el Madrid, con cinco goles marcados la pasada temporada: uno en la liguilla y cuatro en semifinales, todos en la ida. Una exhibición de la que el conjunto entonces dirigido por José Mourinho no fue capaz de reponerse. En esta ocasión, el equipo merengue no tendrá que sufrirlo en el Bernabéu.
El Borussia del revolucionario Klopp se ha alzado como equipo revelación del fútbol europeo en los últimos años, después de rozar la desaparición. Poco dinero y mucho ingenio para firmar jugadores jóvenes y talentosos que usan al equipo amarillo y negro como trampolín. Así sucedió con Mario Götze, ahora en el Bayern de Múnich, y sucederá con Lewandowski a partir de junio, también con dirección al conjunto de Pep Guardiola. Campeón de dos Bundesligas consecutivas (10/11 y 11/12) y vigente subcampeón del torneo europeo tras caer en la final ante el Bayern, hoy camina en su Liga con paso irregular: es segundo, defendiéndo esa posición con el Schalke 04 y a 23 puntos del líder Bayern, virtual campeón.
En Europa, Madrid y Dortmund se han cruzado un total de ocho veces. Sin contar con los cuatro del curso pasado, cabe recordar las semifinales de la 97/98, donde el Madrid logró el pase tras vencer 2-0 en la ida (en el célebre partido de la portería derrumbada) y 0-0 en la vuelta, pese a que el conjunto germano era el vigente campeón del torneo. El equipo español acabaría alzando la Séptima ese año. Años después, en la liguilla de la 02/03, volvieron a cruzarse con triunfo blanco en el Bernabéu (2-1) y empate a un gol en terreno teutón, con un gol de Portillo en el último suspiro. El balance total es de tres triunfos del Madrid, tres empates y dos victorias del Borussia, con 11 goles a favor y 10 en contra para los de Carlo Ancelotti.
Del Borussia visto el curso pasado al que se medirá el Madrid este año hay diferencias significativas: ha vuelto su estilo aún más defensivo, refugiándose en un sólido sistema de contención para salir a la contra con velocidad y muchos hombres. Ahí es letal y es la principal arma ante la que debe cubrirse el Real. Subotic, uno de sus dos centrales, no llegará por lesión, por lo que Hummels deberá formar en defensa con Sokratis. El medio Gundogan, deseado por Madrid, Barça y muchos otros grandes del Viejo Continente, no ha jugado desde agosto por una dolencia de espalda y es una incógnita. A él y a Subotic se suman en el apartado de bajas Bender, Blaszcykowski y Schmelzer, todos teóricos titulares. Sahin, con pasado madridista, será el timón sobre el que gire su equipo. De hecho, del once que jugó en la ida de semifinales del año pasado podrían faltar hasta siete hombres en el primero de los dos duelos de estos cuartos de final.
Pese a todos estos inconvenientes, el equipo de Klopp sigue siendo temible en la zona alta, donde cuenta con talento a raudales: el extremo Marco Reus, que también puede actuar en la mediapunta, el punta francés Aubameyang, teórico titular en la ida ante la baja de Lewandowski, o el armenio Mhkitarian, al que el Borussia firmó desde el Shakhtar Donetsk para suplir la baja de Götze.