Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Xabi Alonso concedió una entrevista a France Football en la que respasa su estado de forma, su renovación con el Madrid, su carrera en Inglaterra y la Selección.
Usted fue uno de los primeros jugadores españoles en jugar en la Premier League. ¿Se considera un pionero?
Hubo algunos antes que yo, como Albert Ferrer, Gaizka Mendieta e Iván Campo. Pero el primer club donde se encontraron juntos varios españoles fue el Liverpool de Rafael Benítez. Recibió plenos poderes y apostó por mí. Fue esencial, porque aprendí mucho en Liverpool.
Usted era un producto puro de la escuela española, ¿qué tipo de futbolista era antes de irse a Inglaterra?
Siempre fui un centrocampista recuperador. Incluso cuando jugaba en la playa de San Sebastián. Siempre intenté pensar primero en el grupo, sentirme responsable de lo que pasaba en el campo. Y como mi padre (Periko Alonso, dos veces campeón con Real Sociedad al principio de los años 80) ocupaba este puesto también, fue natural para mí. Tácticamente, he recibido una muy buena formación. Pero es algo común a todos los centros de formación españoles. Cuando sales de ahí, eres un buen futbolista, con todas las bases necesarias. España produce jugadores de nivel muy alto en todas las líneas: desde los delanteros a los guardametas.
¿Que aprendió usted en Liverpool?
Me fui allí con la mentalidad de una esponja. Con este deseo intenso de aprender todo lo que podía. Miraba, escuchaba, y hablaba poco al principio. Normal, tenía veintidos años… Me fijaba muchísimo en jugadores como Hamman, Carragher, Gerrard. Maduré mucho desde el punto de vista personal y profesional. Y hay que reconocer que en este sentido debo mucho a Rafa Benitez. El fútbol inglés es el fútbol en su esencia más pura. Me enteré lo que era Anfield y sus ruidos tan característicos. En Inglaterra, me he adaptado al fútbol rápido. Por cierto, la Premier League es menos técnica que la Liga, menos táctica también. Pero el ritmo es más fuerte. Allí, aprendí a ser competitivo, a no rechinar al contacto.
¿Y todo esto le sirve ahora en España?
¡Por supuesto! El fútbol es un deporte de contacto, y no me prohibo poner el pie cuando es necesario. Pero, hasta cuando lo hago, es siempre con nobleza. Jamás hacer teatro, eso también es una de las cosas que integré en mi trabajo. Es esencial. Los simuladores son muy mal vistos en Inglaterra. Personalmente, me gustaría que estos tramposos sistemáticamente fueran castigados. A Inglaterra, le gusta a la pureza del fútbol. No el populismo.
¿Y qué aportó usted al Liverpool?
No me gusta hablar de mí así (sonríe). Diré que fui capaz de mezclar la competitividad con mi manera natural de leer los partidos. Supe ser el lazo entre la defensa y el ataque.
Usted está hoy en la cumbre de su conocimiento del juego. ¿Que significa para usted la madurez?
Es saber qué hacer en cada momento del partido. Cuando todavía no eres maduro, tienes muchísima energía, pero haces cosas que no son lo que tu equipo necesita. La madurez, es saber medir tus esfuerzos, tomar las buenas decisiones muy rápidamente. Un centrocampista como yo debe tomar muchas pequeñas decisiones correctas. Cuando eres joven, puedes ser brillante en una elección, pero te equivocas en otras tres. Para un delantero, ser brillante, es marcar. En mi puesto, es ser fiable. No cometer errores jamás. Algunos deben ser “desequilibrantes”, yo debo ser «equilibrante». Esta combinación hace buenos a los equipos.
En España, despreciaban durante un tiempo el centrocampista recuperador o el ocho…
Sí, pero eso cambió mucho. Los seguidores vieron que, en la selección española, los centrocampistas defensivos mejoraban la calidad general del equipo. Hoy nos dan más valor. En el extranjero, en Inglaterra, en Alemania o en otro lugar, la gente se pregunta pór qué no tienen la posibilidad de tener centrocampistas con nuestras características y nuestro talento. Argentina, por ejemplo. Esta selección posee cuatro delanteros fabulosos, pero ningún centrocampista de este tipo… Un medio defensivo moderno debe antes de todo saber jugar al balón. Ser físico y contundente, pero también crear el juego.
¿La posesión de la pelota es esencial?
(Corta) La posesión efectiva es esencial. Tener el balón por tenerlo no tiene sentido.
¿Podemos decir que los éxitos de la selección provocaron la salida de numerosos españoles hacia Premier League?
Sí, es evidente. Los clubes ingleses poseen un gran poder financiero, y como España vive una crisis económica, es lógico que los futbolistas buenos se hayan ido a la Premier League. Además, la experiencia muestra que los españoles se adaptan fácilmente y que se vuelven importantes en clubes importantes.
Usted, hizo el camino inverso…
Sí, en 2009, y creo que hice una buena elección. Después de cinco años en el Liverpool, necesitaba un cambio. Y qué mejor que el Real Madrid, el club más grande y más exigente que existe. Había llegado el momento de apostar por esa oportunidad. Vivir el día a día en Madrid es más fuerte y más duro que en cualquier otro equipo. Lo que pide este club, es ganar, ganar, todavía ganar, y además jugar bien. El Liverpool consiguió ganar cinco Copas de Europa, pero no es lo mismo. Allí el día a día es más distendido, menos pesado. En el Madrid, la presión y la exigencia son constantes. Quería ver si estaba en condiciones de relevar el desafío.
Hoy, el futbolista español está de moda y la Selección lo ganó todo. ¿A qué lo atribuye?
Cuando se habla de la Roja, hay que mirar también a los que llaman a la puerta. Mire con que autoridad los sub-21 se llevaron la Eurocopa el año pasado (4-2 contra Italia). El sistema de formación permitió “fabricar” a jugadores competitivos, pero que son capaces, al mismo tiempo, de jugar bien al fútbol, de saber qué hacer en cualquier momento. Trabajamos con inteligencia en las escuelas de fútbol y los buenos resultados son la consecuencia. El futbolista español se volvió competitivo, conservando sus calidades técnicas y su inteligencia de juego.
¿La cultura del fútbol evolucionó en España?
Sí, en el sentido que sabemos combinar todas las diferentes calidades que tenemos. La riqueza técnica y el espíritu ganador ahora van juntos. Si juegas bien pero en el momento de la verdad no sabes ser competitivo, no sirve mucho. En el fútbol, hay que saber correr y sufrir. ¿Para qué sirve el juego bonito si no hay una victoria al final? El futbolista español aprendió también a ponerse al servicio del equipo. Yo, como jugador, soy bueno, pero yo soy bueno para los otros. Los jóvenes ven a los mayores evolucionar con esta filosofía y se impregnan de eso.
¿Cómo llegaron, en la Selección, a casar estilos muy diferentes como los del Barça de Guardiola y del Madrid de Mourinho?
Lo que permitió eso es la calidad intrínseca de los jugadores. Y, sinceramente, todos reflexionamos antes de ponernos al servicio del colectivo. Nadie quiso brillar individualmente. Y así conseguimos reunir las piezas del rompecabezas. Una base que permitió a los nuevos jugadores integrarse sin problema.
Nadie olvida las tensiones fuertes entre los jugadores del Madrid y los del barça en los clasicos. ¿Cómo fueron los reencuentros en selección?
Naturales. En la Selección, somos compañeros de equipo, pero defendemos también los colores de nuestros clubes. Uno no impide el otro.
¿Cambiaría algo de esos clasicos?
¡Seguramente no! Hubo más tensión de lo habitual, pero conseguimos pasar por encima de todo esto. ¿No voy a hablarte porque me diste una patada en un Madrid-Barça? ¡Seamos serios! Para mí, lo que pasa durante un clásico se queda ahí. Cuando nos encontramos en la Roja, es una historia diferente. Contrariamente a lo que cuentan los medios en España, mantengo relaciones excelentes con los jugadores del Barça. Mire el caso de Busquets, con el que juego en el centro del campo. Conozco bien sus calidades y conoce bien los míos. En el club, jugamos más o menos a la misma posición, pero, en la Selección, nos damos cada uno más libertad. Uno cubre al otro. «Busi» es muy inteligente, muy táctico y muy competitivo. Nos entendemos verdaderamente muy bien.
En otro tiempo, los clubs españoles eran competitivos sobre todo gracias a los jugadores extranjeros. ¿No es el caso ahora?
La mentalidad del futbolista español cambió. Se volvió competitivo. También porque ganó. Hoy Sabemos jugar esos minutos decisivos. Tenemos la inteligencia de mantener la posesión para conservar un resultado. Tenemos la cabeza fría.
¿Piensa usted que la Roja pueda llevarse el Mundial?
Después de tres títulos consecutivos (Eurocopas 2008 y 2012, Copa del Mundo 2010) y frente a la competencia de otros equipos, será muy complicado. Pero se lo digo sinceramente: pase lo que pase, esta generación merece acabar dignamente. Con todos los honores.
¿Es decir?
Probablemente, algunos jugadores dejen la Seleción después del Mundial. Futbolistas que tuvieron una carrera muy larga. Lo repito, hace falta que todo esto acabe bien, con la serenidad de los que salen por la puerta grande. No queremos vivir la misma historia que Francia en el Mundial 2002. Verdaderamente. Porque eso fue muy triste…
¿Por qué haber tardado tanto tiempo en renovar dos años más con el Madrid (hasta 2016)?
Quería estar seguro de estar bien físicamente. Una herida al nivel del pubis me molesto mucho la última temporada. De enero a mayo de 2013, no estaba el mismo sobre el césped, no estaba a mi nivel. He sido operado en junio y mientras no había encontrado de nuevo la competición y el nivel que debía ser el mío, no deseé prolongar. No escogí el camino más fácil. No era por cuestiones de dinero o de ganas. Me pregunté: «¿Estás dispuesto a pasar todavía dos años aquí? » Cuando la respuesta fue sí, fue simple prolongar.
Se decia que usted quería irse a los Estados Unidos…
No descarto esta hipótesis en el futuro. Veremos dentro de dos años cómo me siento. No descarto nada, ni Europa, ni la Real Sociedad, ni quedarme todavía más tiempo en el Real Madrid si, al final de este nuevo contrato, compruebo que tengo buenas sensaciones físicas. Lo que estoy seguro, es que jamás me arrastraré sobre un terreno. Es una cuestión de honor y de dignidad.
Con su regreso al mejor estado de forma, el Madrid de Ancelotti encontró el equilibrio…
Estamos bien organizados en el campo. Hasta los delanteros nos ayudan. Con esto, es mucho más fácil controlar el partido desde el centro del campo. Nuestro trabajo beneficia a los defensores, que están menos en peligro. Y, lógicamente, el guardameta está menos solicitado y encaja menos goles. Esta influencia positiva de una línea sobre la otra, permite el equilibrio. Algo que será esencial a partir de abril, cuando se presentarán las citas decisivas: los cuartos de final de la Liga de Campeones, la final de la Copa del Rey y la recta final de la Liga. Si hay sólo siete jugadores que defienden, no será suficiente. Debemos defender y atacar juntos.
¿Si hay que decirle a Cristiano Ronaldo que defienda, usted lo hace?
Claro. Hablo mucho con los de arriba y los de detrás. Es mi tarea como centrocampista. Desde mi posición, veo bien el juego y a veces le digo: «Cris, ayúdanos». Y lo hago naturalmente, con sencillez. De la misma manera que un defensor también me dice: «¡Xabi, debes hacer esto!» Para un jugador joven sería más difícil decirlo pero yo, tengo experiencia.
¿Benzema también defiende?
Karim aporta mucho en todos los aspectos. Controla muy bien el balón, sabe asociarse con sus compañeros y marca muchos goles. Es un jugador delicioso y muy fino en todo lo que realiza. Y es muy inteligente en sus movimientos.
¿Y Varane?
¡Varane me gusta mucho! Rafa posee, ¿cómo decir? Una facilidad increíble para hacer las cosas, para ganar los duelos, para anticiparse, como si no le costara nada. Todo es más natural y simple cuando juega. Es muy fuerte táctica, técnica y físicamente. Siempre saca los balones de una manera muy limpia . Verle jugar es un placer.
¿Qué ha aportado Ancelotti al Real Madrid?
Tiene una personalidad que le permite gestionar el vestuario con talento y hablar fácilmente con los jugadores. Pero todo esto lo combina con una gran autoridad. Cuando hay que exigir, lo hace. Ancelotti es mucho más que su imagen de hombre tranquilo. El que no da el 100% es castigado por el entrenador, lo puedo asegurar. Sin embargo, con él, el ambiente es agradable. El futbolista es consciente de sus responsabilidades pero, al mismo tiempo, siente la confianza del entrenador.
¿El fútbol español todavía tiene años buenos por delante?
Seamos prudentes. Estamos dónde debemos estar. Pero, en fútbol, todo puede cambiar en una semana….