Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Hoy es el día D, el marcado para que en Florianópolis la FIFA apruebe de manera definitiva los 12 estadios de la Copa del Mundo. El foco está puesto en dos de ellos,Curitiba y Porto Alegre. Son los que preocupan, pero tanto desde la FIFA como desde las dos sedes del sur el mensaje indica que ambas serán, por fin, mundialistas.
Los responsables del Baixada Arena de Curitiba están tranquilos, cuentan con el O.K. y no manejan otro escenario que el de que su ciudad forme parte de la Copa del Mundo. Con plazas de hoteles vendidas, entradas, inversiones y, sobre todo, el avance evidente de las obras del estadio, las amenazas de la FIFA han surtido efecto. Cabe recordar que días atrás, Jerome Valcke, secretario general del organismo, había lanzado una exigencia. «El césped de los estadios debe estar en excelentes condiciones cuando la FIFA se haga cargo de ellos, 21 días antes del primer partido de cada sede. Eso es fundamental», advirtió.
El propio Valcke desmintió el domingo quee Curitiba estuviera excluida y desde la presidencia del gobierno brasileño el mensaje es optimista. Charles Botta, el comisionado de la FIFA para los estadios mundialistas, será el que hoy examine por última vez el estado del Baixada Arena.
Para los responsables del estadio de Curitiba no hay dudas: España se medirá a Australia el próximo 23 de junio allí. Las incógnitas sobre si el estadio del Atlético Paranaense iba a estar listo para el Mundial se han despejado. La FIFA no lo ha hecho oficial aún, pero el estadio Joaquim Americo será uno de los elegidos.
MARCA tuvo acceso al interior de las obras y comprobó que lo que por fuera puede provocar dudas, por dentro no genera más que certezas. Mientras el exterior se deja para la parte final de las obras, el césped sobre el que se jugarán cuatro partidos de la Copa del Mundo (el citado de España, Nigeria-Irán, Honduras-Ecuador y Rusia-Argelia) lleva dos semanas plantado y se cuida día a día para que esté perfecto en el mes de junio.
Este estadio se inauguró el 6 de junio de 1914, por lo que una semana antes de que España debute en la Copa del Mundo en Salvador cumplirá un siglo de vida. Ha pasado de 24.519 localidades a las 43.981 que se espera pueda tener después de las limitaciones de seguridad.
La remodelación iniciada en 2007 y desarrollada por el arquitecto uruguayo Carlos Arcos afronta sus últimas semanas para dejar el interior del estadio tal y como lo quiere la FIFA. Algunas de las partes proyectadas se han dejado para después del Mundial, como la posibilidad de cerrar por completo el estadio. La FIFA, a pesar de ser Curitiba una de la sedes con más índice de lluvias, ha preferido que no se utilice el techo durante la Copa del Mundo. Antes del Mundial, las puertas del Baixada Arena solo se abrirán para un partido de presentación del estadio. Hasta allí, no se toca.
LOS DETALLES DE UN ESTADIO
El más pequeño entre estadios gigantescos
Con 41.456 plazas para el Mundial, el Arena Baixada será el estadio con menos capacidad de los 12 mundialistas. La eliminación de las tres viejas torres han eliminado 9.000 plazas de visibilidad reducida. Tiene 1.305 plazas vip, 82 extravip y 520 palcos privados. Y todos los sectores cuentan con accesos para personas con deficiencias visuales, movilidad reducida o con problemas de obesidad.
El más barato: costó ‘apenas’ 107 millones
Los cálculos de gastos en la remodelación del Baixada Arena se cifran en unos 107 millones de euros mientras que el resto parte de los 190.
Un sistema de riego que aprovecha las lluvias
El Baixada Arena tiene un sistema de tuberías para recoger el agua de la lluvia y las llamadas ‘aguas grises’ de manera que pueda ser aprovechado para regar el césped sin tener que recurrir a fuentes externas. Todas las localidades son cubiertas.
Muy cerca del centro, con buenos accesos
El remodelado estadio del Atlético Paranaense se encuentra a menos de dos kilómetros del centro de Curitiba, lo que le hace el de más fácil acceso del Mundial. El Baixada se encuentra a 18 kilómetros del aeropuerto, a dos de la estación de tren y en un radio de dos kilómetros se encuentra el 60% de la capacidad hotelera de Curitiba.
Un sistema que permita la evacuación veloz y eficaz
La FIFA exige que todos los estadios del Mundial puedan ser evacuados en su totalidad en seis minutos en caso de emergencia grave. Las pruebas realizadas en el Baixada Arena reducen ese tiempo a 5,4 minutos, de las más reducidas del torneo.