REDACCIÓN: AMELIA DIOSDADO – BLOG BERNABEU MINUTO 90
El domingo fui con mi padre al gimnasio por la avenida principal de Boadilla: “Infante don Luis”.
Mi padre me contó que don Luis fue el hermano «maltratado» de Carlos III.
Luis se enamoró de la hija del mayordomo de Carlos III y quería casarse con ella aunque no fuera de la realeza. Su hermano como represalia le privó a él y a su descendiencia del estatus de «Alteza Real» y lo desterró de Madrid. Le otorgó el Condado de Chinchón que formaba una media luna en torno a Madrid, desde Chinchón hasta Boadilla del Monte y fué allí donde Luis construyó un palacio para vivir, que permanece hoy, recién restaurado.
Cuando murió Carlos III, su hijo Carlos IV perdonó a su tío Luis y le restituyó a su familia la condición de «Alteza Real». Pero ni siquiera respetaron su deseo de ser enterrado en Boadilla y, al morir, lo llevaron al Escorial.
¿Qué tiene que ver un infante, al que no dejaban decidir nada, con el fútbol?: muchísimo.
Hay veces que la vida no deja muchas opciones al ser humano y éste se resigna a aceptar lo que la vida les depara. (Véase a los pobres africanos que mueren de hambre, etc.). La vida es un torneo «trucado» en ciarto modo.
En el deporte no es así y en la Copa del Rey se ve claramente: todos tienen opciones de conseguir algo grande (Véase el Alcorconazo de Pellegrini).
Ayer el Madrid eliminó al Espagnol 1-0 pero los dos equipos habían tenido opciones durante 180 minutos.
LA FELICITACIÓN y el AGRADECIMIENTO es para Rafa Nadal por terminar su final de Australia a pesar de su estado físico. Terminar era ganar aquel día. Os dejo un cuadro famosísimo de Goya donde aparece la hija del Infante d. Luis, a la que casaron con Godoy, y que esta enterrada en el Palacio de Boadilla: la Condesa de Chinchón.