EL GENIO DE LA LAMPARA…

Redacción: ROCIO GARCIA BOZA.

Allá por el año 1995 debutaba un tal Jose María Gutierrez. Por aquel entonces más bien parecía un chico salido de un anuncio de televisión que un propio futbolista.

Vino de la mano de un Jorge Valdano que se empeñó en hacer historia dando oportunidades a grandes leyendas, como es el caso de el de Torrejón o el mismo Raúl González Blanco.

El canterano empezó a mostrar su calidad, pero en forma de destellos, ya que tuvo poca participación al tener delante a jugadores consagrados, como era el caso de Luis Milla, Fernando Redondo o el propio Michael Laudrup. Sería con la llegada de Don Vicente del Bosque al banquillo cuando Guti empezó a hacerse un hueco importante en el equipo.

Con un carácter incomprendido por muchos, el ahora entrenador de «La Roja» supo gestionar y entender a aquel rubio de media melena que no tenía pelos en la lengua. Como el propio Guti ha dicho en alguna ocasión «Del Bosque es un santo». Con él en el banquillo, el 14 jugó de falso nueve, anotando la máxima cifra goleadora personal en una temporada, 14 goles.

Aunque realmente su posición natural es la de medio centro, donde hemos visto su mejor versión. Como un ingeniero usaba el tiralíneas para trazar un pase soñado por todos y llevado a cabo solo por unos cuantos privilegiados.

Puede que el porcentaje de pases acertados no fuese alto en todas las ocasiones, pero es que él jugaba con lo imposible, arriesgaba en las entregas para deleitar a la grada con la magia que sólo existía en esa bota izquierda.

A las generaciones venideras habrá que enseñarles vídeos de este zurdo, que después de 542 partidos y 77 goles con la elástica blanca, ha sido uno de los mejores asistentes de los últimos tiempos.

Algunos dicen que se quedó en «la eterna promesa», pero yo creo que fue un genio que brillaba en su máximo esplendor cuándo frotaban su lámpara y que sin disfrutar de todos los minutos que merecía alguien con su calidad, supo ser paciente demostrando un amor incondicional al Real Madrid y su afición.