Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
La maraña de la reforma del Santiago Bernabéu a día de hoy sólo tiene una lectura comprensible: el Madrid sigue sin licencia para techar el Bernabéu. La Agencia de Gestión de Licencia de Actividades (AGLA), la autoridad responsable de otorgar la concesión tanto de la Licencia de Construcción como la de Actividades al Real Madrid para llevar a cabo las obras en el estadio, no ha recibido ningún proyecto del club blanco. Así se lo ha hecho saber a este periódico la Plataforma Cívica Vecinos del Bernabéu, compuesta por 814 vecinos de la zona y creada en noviembre de 2011. Esta Asociación cuenta con el respaldo de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. «La modificación del Plan General llevada a cabo no permite ni el incremento del aforo del estadio ni su ampliación», prometió la regidora a los vecinos.
Esta promesa choca frontalmente con los intereses de Florentino Pérez, que estima el coste de la remodelación en unos 400 millones de euros (con 541 millones de euros de deuda en el club) sin que exista posibilidad legal de que el aforo aumente una localidad más de las que existen en la actualidad. Descartados mayores ingresos en taquilla, el presidente dejó caer que «a lo mejor el Santiago Bernabéu tiene algún apellido» para costear la «piel envolvente» del Bernabéu. «Es incierto lo que ha publicado algún medio de comunicación de que ya se cuenta con el permiso para el inicio de las obras», subrayan desde la Plataforma.
Las protestas de los vecinos han puesto en jaque este proyecto faraónico. El problema fundamental consiste en que el ganador del concurso internacional de arquitectura (que debería haberse dirimido antes del año 2012 para haber comenzado el pasado verano) debe cumplir una estricta normativa de Movilidad y Transporte, Incidencia Medioambiental y Medidas de Movilidad Sostenible. Florentino dijo el pasado 22 de septiembre: «Esperamos que en las próximas semanas podamos anunciar el proyecto seleccionado». Han pasado casi dos meses y todavía no hay ganador. Existen demasiados ojos pendientes de una modificación puntual del Plan General de Urbanismo que permite al Madrid construir un hotel de lujo y un centro comercial en La Castellana a cambio de cuatro terrenos en Carabanchel, convertir La Esquina del Bernabéu en una zona verde y 6,6 millones de euros. Un acuerdo recurrido en los juzgados por Ecologistas en Acción y por los herederos del Conde Maudes, en contra de lo que Florentino dijo a sus compromisarios.