Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Ésta no es la Italia de todos los italianos, la Italia de siempre, la que armaba un muro de contención en su defensa. No. Más al contrario, esta Italia, ya desde hace unos años, en la era Prandelli, se está mostrando como una escuadra con mejor trato de balón. «Hay que jugar un buen fútbol», suele repetir Cesare Prandelli, cosa que ha hecho estos días en Fortaleza.
No es por una asociación de conceptos -pues España, por ejemplo, demuestra que no tiene por qué ser así-, pero lo cierto es que Italia está concediendo el mayor número de goles que se recuerda en una Italia al más alto nivel, es decir en un torneo grande como éste.
Hasta el momento, la ‘Azzurra’ ha cedido ocho goles (uno ante México, tres ante los japoneses y cuatro frente a Brasil). Demasiados para tres partidos de este nivel. «Ustedes -dijo el otro día Prandelli a los periodistas- tienen que cambiar de planteamiento. Tienen que pensar que el futuro del fútbol pasa por partidos con muchas ocasiones para ambos bandos. Dejen de pensar ya en el Calcio italiano», le espetó a los periodistas el pasado lunes. «Vi el primer tiempo del España-Nigeria, y los españoles concedieron cuatro claras ocasiones. Así es el fútbol de ahora», finalizó.
Algunos datos estadísticos apoyan esta reflexión. Italia tiene una media del 42% de la posesión de la bola en esta Cpa, lo cual no es mucho si lo comparamos con España. Acierta, eso sí, el 83,3% de los pases intentados. Ha intentado 14 disparos a puerta, mientras que ha concedido 16. Demasiados para una Italia que se precie. De los ocho goles que le han hecho, cuatro han venido de balones parados: Chicharito Hernández, de penalti; el tiro libre de Neymar que se ‘tragó’ Buffon; y os de los japoneses.
Prandelli quizás cambie mañana el planteamiento y vuelva a jugar con tres centrales (Chiellini, Barzagli y Bonucci), olvidando los dos laterales puros (Abate o Maggio, por derecha, y De Sciglio, por izquierda) que han venido jugando hasta ahora. Ya utilizó este sistema en la Euro pasada. «Nosotros tenemos que preocuparnos de nuestra posesión. España no es un equipo perfecto, porque no los hay. Hay momentos puntuales perfectos, y nosotros debemos intentar aprovechar los nuestros para ganarles».
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