Redacción: Álvaro Quetglas/ La tribuna madridista
Francia y Croacia serán las selecciones que se enfrenten el domingo por ver quién es la que sucede a Alemania como campeón del mundo. Franceses y croatas vuelven a enfrentarse en partido oficial en una Copa del Mundo con el recuerdo del Mundial de 1998. En aquella ocasión ambas selecciones se vieron las caras en las semifinales y los galos salieron victoriosos y, a la postre, se proclamarían campeones.
Ahora Croacia quiere ganar el Mundial y, de paso, sacarse esa “espinita” histórica que aún perdura. Como indica el diario MARCA, en aquella final los Modric, Kovacic o Rakitic eran unos niños, donde el del Barcelona y Modric tenían 10 y 12 años, respectivamente; y el propio Kovacic no había ni nacido.
El domingo los croatas tendrán la ocasión para “olvidar” aquella cita de su historia y lograr ante Francia el que podría ser el primer Mundial de su historia. Sería el broche de oro para una generación de futbolistas balcánicos que ya lleva haciendo muy buenas actuaciones en los últimos torneos.