Desde la tribuna: Jorge Gómez-Manzanilla/Santiago Bernabeu
Como ya venimos anunciando en los últimos dos meses y medio y especialmente tras dolorosa final de la Copa del Rey que dejamos escapar en el Bernabeu ante el Atlético de Madrid por (1-2), el entrenador del Real Madrid, José Mourinho dejará de ser el técnico merengue una vez finalice el último partido de liga (1 de junio de 2013 en el Bernabeu ante el Mallorca), un doloroso adiós para gran parte del madridismo que a pesar del «annus horribilis» sin liga, copa y champions, sigue y seguirá haya donde vaya, fiel a Mourinho.
José Mourinho, el entrenador portugués más mediático del universo dejará honda huella en el madridismo, para muchos muy positiva, para otros ( en los cuales me incluyo) positiva y negativa y para otros, Marca y AS especialmente, muy negativa siendo ahora mismo el peor entrenador que ha podido sentarse en el banquillo de concha espina a pesar de haber ganado al todopoderoso Barcelona, el mejor Barça de la historia, en una liga de récord, una Copa del Rey también al eterno rival en la final de Mestalla 2011 y una Supercopa de España en agosto pasado que para muchos salva en parte, el no terminar la temporada, no el 2013, completamente en blanco.
A pesar de todo, detractores o no de Mou, fieles o no a Casillas, tanto José como Iker dejarán honda huella en el madridismo, el primero por sus controvertidos enfrentamientos y desaires con la prensa aunque también por su sapiencia futbolística y por haber noqueado en cuatro competiciones de once disputados, la última Copa del Rey en semifinales así fue, al eterno rival del madridismo, cumpliendo la mitad de lo pactado o lo soñado por Florentino Pérez y la masa social del madridismo al contratarle en el verano de 2010 ( si pero faltó la décima dirán sus detractores y además sentó a Casillas) mientras que el segundo, capitán del Real Madrid y de la roja, de momento, por haber hecho grande muy grande al Real Madrid en trece años de glorioso madridismo defendiendo el marco español y el marco del Bernabeu aunque tras esta batalla, aviso para navegantes, la victoria sobre Mou le obligará a rayar la perfección, una perfección que ha tenido casi impoluta en trece años como portero del mejor equipo de la historia y del universo.
Otro de los victoriosos en parte, pero que también será objeto de enorme supervisión será Florentino Pérez, el máximo mandatario blanco, ganador casi seguro de unas nuevas elecciones, las segundas consecutivas en su regreso al sillón de la presidencia de la casa blanca y que en cuatro años estará obligado a engrandecer deportivamente hablando a un Real Madrid que debería ganar al menos dos o tres champions para volver a ser reelegido, quizás para siempre, en las elecciones de 2017, unas elecciones que en este caso, si serán competitivas con algún candidato firme, quizás partidario de Mou, que podrían desangrar a un Florentino Pérez, brillante económicamente pero que en lo deportiva no termina de cuajar sus proyectos galácticos ya que tras diez años de reinado, alterno desde el (200 a 2006) y desde el (2009 a 2013), el Real Madrid ha logrado una Champions, la novena del maravilloso golazo de Zidane y los tres paradones de Casillas, una Intercontinental, tres ligas, una Copa del Rey y tres supercopas de España aunque también ha sufrido tres Copas del Rey en el camino, dos de ellas cayendo en el Bernabeu, una Supercopa de España (2011) ante el Barcelona y cinco subcampeonatos de liga (2002, 2006, 2010, 2011 y 2013), cuatro de los cinco a manos del Barcelona, un gran Barcelona que ha ganado curiosamente dos de la tres champions con Florentino Pérez en la presidencia.
Sin duda y volviendo a Mourinho, el luso ha dejado honda huella tanto positiva como negativa en un Real Madrid que ya sin el luso y con Ancelotti, casi seguro, en el banquillo de concha espina seguirá teniendo la sombra del portugués, un portugués que desde Londres seguirá siendo el » entrenador más mediático del mundo». Suerte Mou, HALA MADRID.