Normalmente intento escribir nada más finalizar el partido una pequeña crónica y algo de opinión, vaya por delante que la opinión hay que dejarla para los PERIODISTAS con mayúsculas, y los demás, como los que humildemente llevamos está página nos tenemos que limitar a informar. Pero esta noche he necesitado una hora y un par de valerianas para poder ponerme delante del ordenador y contar mis impresiones.
Éstas noches son las de un equipo campeón, no sabemos si se este año, pero si de los anteriores. Una noche de sufrir lo indecible para pasar a la siguiente ronda ante un equipo que ha hecho un muy buen partido y que ha sido digno rival.
El Real Madrid no ha hecho mal partido, de menos a más, en la primera parte se ha visto superado por la Juventus que ha ganado la batalla del medio del campo y desde ahí y centrando desde la banda que defiende Marcelo ha creado tanto peligro como para marcar dos goles y poder haber hecho otro. En la segunda mitad, cuando Zidane se ha percatado de la situación, ha cambiado el sistema para fortalecer el centro del campo y así ha empezado otro partido. Pero la Juventus es un grande de Europa, y los grandes tienen una y marcan dos. Y de un mal blocaje de Keylor llega el tercero que igualaba la eliminatoria. Lo demás ya es sabido, ataque con cabeza del Real Madrid que, cómo es el más grande de Europa, le hace falta media ocasión para marcar, o por lo menos para crear la mayor ocasión que hay en el fútbol que es un penalti. Y llega el depredador, se abstrae del mundo, del estadio, del ambiente, del jaleo, de todo y empotra el balón en la escuadra.
Triste despedida de la Copa de Europa para un señor del fútbol como es Buffon, que ha sido expulsado por las protestas al árbitro inglés después de señalar el penalti.
Liverpool, Roma o Bayern nos esperan en semifinales camino de Kiev, a seguir soñando con la tercera consecutiva.
HALA MADRID Y NADA MÁS