Ya no se si soñar o echarme a temblar. El partido de hoy invita al optimismo dado que hoy el Real Madrid si parecía ese equipo que a todos nos hacen disfrutar, que juega como jugaba el año pasado y en las Supercopas. Pero también nos pareció ese resurgir en el partido contra el Valencia y el Levante el fin de semana siguiente nos pintó la cara.
En la primera parte hemos visto de lo que el Madrid es capaz. Buen fútbol, garra, entrega y goles. En la segunda se han visto las debilidades defensivas que en muchos partidos sin suerte de cara a gol nos han penalizado. Sin entrar en análisis pormenorizados, el segundo gol de la Real Sociedad viene de un fallo en la marca.
Confiemos en que hoy haya sido el calentamiento de lo que nos espera en los próximos días y no el sueño de una noche invernal. El miércoles tiene que ser el estadio de las grandes noches, ese que según salen de vestuarios el Madrid ya vaya ganando 1-0, en el que se sienta el miedo escénico porque, de no ser así, será para echarse a temblar.