Redacción: Luis Miguel Plá.
Aunque todo hace indicar que la salida de Isco es muy probable que se produzca el próximo verano, la verdad es que la llegada de Zinedine Zidane al banquillo es un bálsamo en la difícil temporada que está viviendo el malagueño.
Zidane fue el elemento fundamental para que Isco llegara al Madrid hace tres temporadas. El malagueño estaba comprometido con el Manchester City de Pellegrini, pero las palabras del astro francés, uno de sus ídolos de la infancia, le convencieron de romper los acuerdos con los ingleses y enrolarse en las filas blancas. Es por eso, que este cambio de técnico es especialmente ilusionante para él, ya que espera que bajo las órdenes de Zidane, sus minutos en el campo y la importancia de los mismos crezcan de manera exponencial.
Pero la situación de Isco tiene que cambiar bastante para que se aleje de su cabeza de una forma definitiva la idea de salir el próximo verano. El español sabe que tiene por delante a James Rodríguez y que la próxima temporada llegará a la plantilla Marco Asensio, por lo que la lucha en la posición de mediapunta será todavía más dura que la de este año. Además los cantos de sirena que le llegan a diario de Inglaterra (Arsenal, Chelsea y Manchester City) y de Italia (Juventus), asegurándole un buen contrato y minutos de titular, hacen demasiado tentadora la idea de salir de Madrid para un jugador que lo que necesita son minutos y confianza para acabar de convertirse en un crack mundial.