Redacción: Nerea Calvo-Manzano.
Los números no mienten, y las estadísticas de Luka Modric respaldan su brillante juego: en el último partido frente al Eibar mostró su mejor cara, con una asistencia a Bale que abrió el marcador. Además, tocó un total de 112 balones, y fue una pieza fundamental para la victoria blanca, haciendo el mejor partido hasta la fecha de lo que va de temporada.
Tiene un promedio de 71 pases con un 91% de acierto; solo es superado por Kroos (con un brillante 93%), pero está muy por delante de toda la defensa: roba una media de 6,5 balones por partido, e intercepta un alto 2,3. Ni Casemiro, ni Isco ni James le superan: el brasileño suma 4,75 balones robados por partido, y tiene un porcentaje de acierto en sus pases del 71%; el de Málaga, roba una media de 3,8 balones y acierta un 83% de sus pases; por otro lado, el Colombiano suma 2,43 robos y un 85% de pases… cifras muy inferiores si se comparan con las del croata.
Tal vez sea por eso por lo que Modric no ha jugado todos los minutos posibles: ha sido sustituido en cinco partidos, y en dos ocasiones ha saltado al campo como suplente, solo habiéndose perdido el encuentro ante el Levante. Y es que Benítez lo tiene claro: el croata es una pieza fundamental en el engranaje del juego del equipo blanco, y tras el choque que sufrió ante el Manchester City en pretemporada, no hay que forzar a una de las estrellas del equipo.