Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolimpico.net-blogolimpico.com/ Imágenes: El Mundo
Con el éxito de Dani Plaza y Valentí Massana, Oro y Bronce en las olimpiadas de Barcelona 92 (20 km marcha) y Atlanta 96 en (50 km marcha), la marcha española quería seguir en la estela por los metales.
De hecho, la marcha femenina ya había logrado medalla, el Bronce de María Vasco en Sídney 2000, una María Vasco que curiosamente había entrenado con la joven promesa de la marcha masculina española, Paquillo Fernández, un joven de Guadix a las órdenes de Manolo Alcalde, el mejor entrenador que había en España en ese momento.
De hecho, en Sídney 2000, Paquillo fue sexto pero sería en el ciclo olímpico para Atenas 2004 donde demostró que la joven promesa era ya una realidad y por supuesto, a las órdenes de Manolo Alcalde.
Campeón de Europa en 2002, subcampeón del mundo en 20 km marcha en los mundiales de 2003 y con un récord del mundo, 1:17.22, Paquillo tuvo que lidiar también con un grave problema, Manolo tenía un tumor cerebral y desgraciadamente falleció en Guadix, meses antes de los Juegos.
A ello se unió una fractura de pie en un arranque de 2004 que como ocurrió en España con el trágico atentado del 11M en los trenes madrileños de Atocha que causaron 192 muertos y más de 1500 heridos, el mayor atentado de la historia de Europa, nos marcaron un 2004 que comenzó con el pie izquierdo para todos.
Sin embargo, tanto Paquillo como este país sabemos reponernos y unirnos ante las situaciones difíciles y el marchador de Guadix sabía que necesitaba de una medalla olímpica para firmar su nombre entre las grandes leyendas de este deporte y por supuesto, estar a la altura del pionero Llopart, de Daniel Plaza, de Valentí Massana y de María Vasco.
Y con estas ideas llegó a Atenas 2004 dispuesto a todo aunque enfrente tendría al italiano Brugnetti, campeón del mundo, al ecuatoriano Jefferson Pérez, al mejicano Bernardo Segura o al ruso Vladimir Andreyev.
Y Paquillo comenzó la prueba con una idea, no recibir amonestaciones por encima de todo algo que sí vieron los contrarios y así les pasó factura al final. Carrera igualada hasta los últimos kilómetros donde Paquillo estaba entre la pomada de las medallas y de hecho, un ataque del español dejó fuera al australiano Deakes y al ecuatoriano Pérez quedándose Paquillo con Brugnetti que espero eso sí, su momento para atacar, a falta de un solo kilómetro, un ataque que le valió el Oro mientras Fernández era Plata, sólo cinco segundos más lento que el italiano y Deakes a 17 segundos dejaba a Pérez fuera del podio de los metales.
No era de Oro pero sí de Plata, la medalla olímpica, la de Paquillo y por supuesto, la que aplaudió desde el cielo, su entrenador, Manolo Alcalde.