Redacción María Luz Domínguez
El Real Madrid ya está entre los cuatro equipos mejores de Europa tras hacerse con el tercer punto del playoff al derrotar a Darussafaka por 78 a 89. Los blancos tienen el billete para jugar la Final Four del 19 al 21 de mayo. El Real Madrid jugó un partido serio en defensa y con un excelente acierto desde la zona. Llull (17 puntos)y Thompkins (15 puntos) lideraron la anotación blanca y Wanamaker fue el mejor en Darussafaka.
Muy enfunchado salió Darussafaka a la cancha del Volkswagen Arena a sabiendas de la importancia de la victoria para seguir luchando por un puesto en la final de la Euroliga. Los locales metían un 5-0 de parcial ante un Madrid que no se achicó y devolvió un 0-11 de anotación con Randolph como principal protagonista. Primeros minutos de tanteo para los dos equipos en el que el Madrid se iba ligeramente arriba al final del primer cuarto (21-24). En el segundo cuarto Laso rotaba el banquillo y era providencial la aportación de Thompkins que con 6 puntos seguidos daba a los blancos hasta nueve puntos de ventaja. Darussafaka no bajaba los brazos, las acciones de Zizic y Bertans no dejaban que el Madrid ampliara la brecha. Los blancos se iban al descanso con una ventaja de 7 puntos (38-45).
Tras el parón Wanamaker se convertía en el líder de Darussafaka para seguir teniendo opciones en el partido. El Madrid estaba excepcionalmente bien en ataque, con Doncic como director de juego. Los madridistas anotaban de manera fácil y acababan el tercer cuarto con una distancia considerable en el marcador (58-72). En los primeros minutos del último cuarto el Madrid siguió a un alto ritmo aumentando la distancia máxima hasta los 17 puntos. Después los blancos bajaron la intensidad ante un Darussafaka que aún no había dicho su última palabra. Anderson y Clyburn daban vida a los locales y rebajaban la distancia hasta los 6 puntos a tres minutos para el final. El Madrid atacaba desordenado y fallaba. Laso paraba el partido. Un Llull providencial aparecía después para conseguir un 2+1 que daba al Madrid la tranquilidad. Darussafaka jugaba los últimos minutos con las faltas pero los blancos no fallaban y cerraban el partido con un contundente (78-89).